La planta Tillandsia es única en cuanto a su aspecto exótico, tremendamente decorativo. Deben su nombre al médico y botánico sueco Elias Tillandz, que vivió en el siglo XVII.
La planta Tillandsia es un nuevo cultivo que ha tenido muy buena acogida en el mercado de la floricultura y ha sido merecedora de diversos premios internacionales. Procede de Estados Unidos y pasa a unirse al gran número de especies e híbridos que conforman este interesante grupo.
La planta conforma una roseta grande y armoniosa de largas hojas brillantes de color verde pálido, curvadas hacia dentro. Del centro de la roseta surge un tallo vigoroso con numerosas espigas florales, formadas de brácteas de una delicada coloración rosada que al abrirse muestran pequeñísimas flores de color amarillo pálido. Las pequeñas flores de la planta Tillandsia son poco vistosas y tienen una duración efímera, pero las brácteas rosadas permanecen en la planta durante semanas.
En realidad, aunque las Tillandsias puedan parecer plantas de cultivo complejo y necesitadas de muchos requerimientos no es así, les basta con gozar de una elevada humedad ambiental. Hay que reconocer que estas plantas toman la humedad del aire a través de sus hojas. La humedad es trascendental, pero no por ello hay que saturar el sustrato, sus necesidades se encuentran principalmente en el entorno, si el suelo se mantiene empapado la planta acabará pudriéndose y morirá.
Una buena costumbre para esta planta es tener siempre cerca un pulverizador de agua, de ese modo se puede humedecer con comodidad y frecuencia, la planta lo agradecerá. Se debe abonar regularmente con pequeñas cantidades de fertilizante durante toda la estación de crecimiento. Si se le acomoda en un lugar de la casa que tenga una atmósfera húmeda o al menos que esté alejada de alguna fuente calor, la planta se desarrollará sin ningún problema.
Tienen una necesidad de luz fuerte, pero sin recibir el sol de forma directa, en una estancia no demasiado lejos de una ventana estará perfecta. Como sucede con todas la Bromeliáceas, el rosetón de hojas se extingue poco a poco después de la floración, pero para entonces ya habrán surgido algunos vástagos alrededor de la base, que se pueden separar para crear nuevas plantas. Estos retoños no producirán flores hasta que cuenten con dos o tres años. Si la planta se encuentra al aire libre hay que guarecerla en el interior durante los días fríos.
Imágenes/Flickr: HK James Ho (2), i sanint.