La vriesea es muy práctica, ya que no necesita muchos cuidados. Eso sí, nos lo agradecerá si mantenemos en su estancia un ambiente húmedo y cálido, por lo que tendremos que tener especial cuidado en invierno, ya que los nuevos sistemas de calefacción resecan mucho el aire.
(Imagen/ flickr: Akos Kokai)
Origen selvático, apariencia exótica
La vriesea pertenece a la familia de las bromeliáceas, plantas que tienen su origen en las selvas de América Central y del Sur, por lo tanto necesitarán temperaturas cálidas y una humedad constante.Al igual que el resto de bromelias, las hojas de la vriesea nacen en forma de roseta. Esta singularidad le sirve para canalizar el agua de lluvia y llevarla hasta su centro, para que permanezca almacenada y pueda recurrir a ella cuando lo necesite.
De la roseta emerge una espiga que, normalmente, será de color rojo o amarillo, en ambos casos, muy intenso, y de sus brácteas nacerán unas pequeñas flores de color amarillo o verde.
(Imagen: Wikimedia)
La vriesea será feliz si le proporcionamos un suelo ácido, y estará esplendorosa si éste se compone de tierra de jardín, turba y arena.
En la época de floración necesita un compost aireado y húmedo, pero no excesivamente, ya que las raíces corren el riesgo de pudrirse.
(Imagen/ Flickr: Roberto Verzo)
Algunos cuidados
Con respecto al riego, lo principal que debemos tener en cuenta, es que la roseta que forman las hojas siempre cuente con una cantidad mínima de agua. Lo ideal es regarla con agua de lluvia o decalcificada.En ambientes muy secos o en verano será necesario que la pulvericemos de vez en cuando.
La vriesea gusta de luminosidad, pero no de luz directa: es una planta de semisombra.
Como planta selvática suele reproducirse en zonas bajas, al pie de los árboles, donde suele llegar muy poca luz dada la frondosidad de este ecosistema.
Para que nuestra planta se encuentre en unas condiciones óptimas, allá donde viva debemos mantener una temperatura de unos 15-18 ºC .
(Imagen/ Flickr: i-saint)
Cuidado con la araña roja y la cochinilla
La vriesea se caracteriza por su sensibilidad a plagas de araña roja. Este ácaro es muy resistente, por lo que conviene prevenir.Lo más efectivo es mantener siempre a nuestro ejemplar lo bastante húmedo, nunca dejar que el suelo ni la roseta se sequen por completo. La araña roja aprovechará la sequedad para atacar.
Otra solución excelente para repeler la araña roja: pulverizar nuestra vriesea con infusión de ortigas secas.
Si la araña roja ya la ha invadido, la mejor solución es acudir a un especialista. Si esta plaga se adueña de nuestra planta, sus hojas se secarán y morirán.
(Imagen/ Flickr: manni0656)
Otra plaga que la puede atacar es la cochinilla harinosa, insecto que se detecta porque las hojas adquieren un color amarillento o una apariencia deformada. Otra señal de cochinilla es que la planta se cubre de una sustancia pegajosa.
Podemos adquirir un insecticida en una tienda o preparar uno casero: disolveremos una cucharada de jabón por un litro de agua y pulverizaremos nuestra planta. Si quedan restos de insectos, los eliminaremos con la mano. Con la misma solución limpiaremos después cuidadosamente las hojas.
Si la mantenemos con unos mínimos cuidados, la vriesea nos ofrecerá un exotismo inusitado, y dotará a cualquier rincón de nuestro hogar de una apariencia fresca, nueva y esplendorosa.
Fuentes de información: Asocoa.com, Plantencyclo.free.fr, Nico Vermeulen, La Enciclopedia de las Plantas de Interior, 1998, Editorial LIBSA.