No es un tipo de fruto que nos guste cultivar de manera individual o amateur, ni una planta pequeña que podamos tener en nuestro jardín o terraza, sino todo lo contrario.
Esto hace de este tipo de cultivo más vulnerable a la hora de hablar de plagas, ya que a mayor superficie cultivada, mayor riesgo de que los insectos perjudiciales se expandan y por tanto sea más difíciles controlarlos.
Aún así, podemos darte toda la información necesaria para conocer las plagas del arroz y qué métodos podemos emplear para controlar estas plagas.
Un cultivo muy humano
Más del 90% de la producción mundial de arroz se dedica al consumo humano. Esto se debe a que el arroz es, ante todo, un alimento completo que forma parte de la gran mayoría de gastronomías y dietas del mundo, no solo en los países más ricos, sino también en aquellos en vías de desarrollo.
Las zonas del mundo donde más se cultiva son China y la India, donde se cree que se originó este cereal, mientras que en Europa destacan países como Italia, España y Grecia.
En España, la campaña anual del arroz llega a mover más de 250 millones de euros, ya que cuenta con cerca de 110.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, muchas de ellas con Denominación de Origen, como el arroz de La Albufera (Valencia) o Calasparra (Murcia).
En general, se trata de zonas de elevada salinidad y con fuertes restricciones medioambientales como deltas y marismas cercanas a parques naturales o ríos, que suelen tener suelos propensos a encharcarse.
Cuidados del arroz
El arroz es el segundo cereal más producido en el mundo, y de hecho, en países como Bangladesh o Camboya representa el equivalente a casi tres cuartas partes de la alimentación de la población.
Existen numerosas variedades recogidas en cuatro tipos: arroz de grano corto, arroz de grano medio, arroz de grano largo y arroz silvestre.
Nutricionalmente, contiene elevadas cantidades de almidón y proporciona un gran contenido calórico a la par que es de fácil digestión por su gran cantidad de fibra.
Además, no posee gluten por lo que es un alimento adecuado para aquellas personas que sufren intolerancia.
A la hora de cultivar arroz, debemos de tener muy presente la zona que queremos dedicar a este fin, pues este tipo de cultivo exige unos requisitos muy específicos.
Su cuidado y correcto cultivo es fundamental para evitar posteriormente la aparición de las fastidiosas plagas, así que aquí dejamos algunos consejos para cultivar correctamente el arroz como mejor método de prevención de plagas:
Antes de comenzar con la siembra, es fundamental que preparemos el terreno adecuadamente. En primer lugar, se debe nivelar el terreno para evitar que haya pendientes.
A finales de invierno se realizan sobre el terreno las labores de alzar, tratando de dejar la zona bien disgregada.
Antes de sembrar, debemos cerciorarnos de que el suelo está inundado aproximadamente con unos 5 centímetros de altura.
Cuando el agua ya se encuentra clara después de haber depositado los lodos en el fondo es el mejor momento para comenzar la siembra. La dosis media son entre 140 y 180 kilogramos de semilla por cada hectárea.
Cuando ejecutemos las labores de riego debemos tener en cuenta que el nivel del agua sea el adecuado en proporción con el crecimiento de la planta.
Cuando el arroz ya comienza a granar es momento de cancelar el riego. Es el momento también de realizar la recolección con una cosechadora.
Plagas del arroz y cómo identificarlas
Cuando avanza la campaña de cultivo del arroz debemos mantenernos alerta ante la posible aparición de plagas y enfermedades en nuestro arrozal.
Si no las controlamos a tiempo pueden provocar grandes pérdidas en la producción. A pesar de que las plagas de insectos perjudiciales están asociadas con todos los cultivos del mundo, el arroz cuenta con algunas plagas específicas que debes conocer para saber identificarlas a tiempo. Aquí te señalamos los más importantes:
Las rosquillas son una especie de orugas que pasan desapercibidas para el agricultor porque actúan por la noche. Durante el día se encuentran refugiadas bajo tierra y es al caer el sol cuando salen a alimentarse. Para identificarlas debemos buscar los daños que producen en los márgenes de los arrozales o en las zonas con mayor densidad de siembra. Se alimentan de las hojas por lo que debemos prestar atención a estas.
El barrenador del arroz es un insecto similar a una polilla que se alimenta directamente del arroz. Si queremos identificar su presencia, debemos prestar atención a las hojas de la planta, pues si tenemos algunos ejemplares de esta plaga merodeando por ella lo sabremos por el aspecto de las hojas: suelen secarse y enrollarse sobre sí mismas.
El gorgojo del arroz es un insecto que suele estar presente no tanto en la planta, sino en los graneros o almacenes de grano de arroz.
El minador del arroz procede de los huevos que las moscas van dejando en las hojas de la planta.
El chinche verde es otra de las plagas fáciles de identificar en las plantas a pesar de que su color es muy similar al de la planta del arroz en su fase de desarrollo. Sin embargo, su tamaño es bastante grande como para no darse cuenta de su presencia.
El pulgón, al igual que en la mayoría de cultivos, también se alimenta de los frutos del arroz.
Por último, hay unas larvas de escarabajo conocidas como gallinita ciega que se alimentan de las raíces de la planta, por lo que es más difícil de identificar ya que no se encuentran a simple vista. La pista de su presencia nos la debe dar la salud de la planta.
Cómo combatir las plagas en el arroz
A pesar de que muchas veces es inevitable la aparición de plagas por la situación geográfica o los cambios de la temperatura, prevenirlas es la mejor forma de luchar contra ellas.
Sin embargo, si las plagas ya están presentes en nuestra cosecha, podemos recurrir a algunos métodos para eliminar las plagas del arroz. Estos son algunos de ellos:
En caso de que la plaga acuda al grano almacenado, si no hay mucha cantidad trata de almacenarlo en recipientes herméticos para evitar la entrada de visitantes indeseados.
El gorgojo del arroz, por ejemplo, se suele eliminar aplicando CO2 en el silo para asfixiar a las posibles plagas.
El aceite de neem o nim también ha demostrado ser muy eficaz contra plagas como el minador de las hojas o el pulgón. Recuerda consultar en la tienda de agrojardinería o fitosanitarios donde lo compres la cantidad adecuada para tu extensión de cultivo.
Una manera de utilizar insecticidas biológicos es incorporando a un depredador natural. Por ejemplo, el bacillus thuringiensis se alimenta de las orugas. Puedes conseguir un concentrado comprando de manera online.
Contra el pulgón también es eficaz el uso de jabón potásico, ya que crea una película sobre las hojas y asfixia a la plaga. Puedes comprarlo en cualquier tienda especializada en jardinería y agricultura o hacer un remedio casero comprando jabón en pastillas conocido como lagarta. Trocea la pastilla y ponla en remojo y cuela el agua para utilizarla como pulverizador.
Por último, recuerda mantener limpio y libre de malas hierbas los alrededores del cultivo, pues estas sirven de refugio para la mayoría de plagas.