La uva, su fruta, es utilizada especialmente en zumos, batidos o especialmente para la fabricación de vinos y mostos.
Al igual que el resto de cultivos, la vid no es inmune a la aparición de plagas de insectos que pueden perjudicar la salud de la planta.
Aquí te contamos las maneras de prevenir estas plagas, cómo identificarlas y por supuesto, cómo acabar con ellas.
La fruta del vino
La vid, cuyo nombre científico es vitis, es una planta con numerosas especies cuyo fruto, la uva, es una baya con forma ovalada y muy jugosa en sabor.
La especie más conocida de la vid es la vitis vinifera, caracterizada por la cepa o tronco que presenta un aspecto retorcido. Además, la vid también está compuesta por los sarmientos, las hojas, los pámpanos y las flores que posteriormente producen el racimo de la uva.
El cultivo de la uva es una de las actividades más antiguas de la civilización precisamente para la fabricación de vino. Aunque se desconoce de dónde es originaria, se sabe que durante el Neolítico ya se producía vino en la zona de Asia Menor y algunas partes de África.
En la actualidad, sin embargo, el cultivo de la vid se produce en muchísimas zonas del mundo, aunque hay algunas que destacan por la fama de su Denominación de Origen, como Borgoña, Champaña, el vino de La Rioja o de Rueda.
El cultivo de las viñas
Las viñas o campos de vid precisan una serie de cuidados que, si bien son sencillos, pueden resultar trabajosos para las personas que se estén iniciando en la horticultura o la agricultura.
Sin embargo, realizar correctamente estos cuidados es fundamental y, de hecho, es el mejor método de prevenir la aparición de plagas de insectos que pueden afectar negativamente a la salud de nuestra planta. Aquí te dejamos algunos consejos para que conozcas el cultivo de la vid:
La vid necesita un clima moderado en su cultivo, ya que si bien necesita brisa y frío, también precisa temperaturas un poco más altas según en la parte del ciclo en la que se encuentre la planta.
Por otro lado, a la hora de elegir el terreno donde vamos a cultivarla, debemos tener en cuenta que la vid requiere un tipo de terreno rico en potasa y que no sea muy húmedo. La mejor orientación es la que mira hacia el sol, ya que una mayor cantidad de sol favorece que la cosecha producida tenga una mayor calidad. Tampoco debe ser un terreno con mucha salinidad ni excesivamente calizo o arcilloso.
También hemos de tener en cuenta que la vid pertenece a la familia de las vitáceas, es decir, a una familia caracterizada por arbustos trepadores cuyas raíces también alcanzan hasta 10 o 15 metros de profundidad. Este dato debes de tenerlo en cuenta a la hora de elegir un terreno cuya profundidad soporte las futuras raíces de la vid.
En cuanto al riego, lo cierto es que la cantidad de agua que necesita depende de muchos factores, como la variedad, el tipo de terreno, la iluminación y temperatura a la que el cultivo está expuesto, la fertilización que utilices y el sistema de conducción del viñedo. En este sentido, deberás saber qué tipo de necesidades hídricas necesita tu variedad de vid, ya que el riego contribuye a aumentar la producción, lo que por otro lado puede afectar a la calidad del futuro vino.
La parcela donde decidas plantar la viña debe estar limpia y libre de malas hierbas. Esto deberá ser una obsesión durante todo el proceso, ya que las malas hierbas podrían albergar insectos en su interior que minen la salud de la planta.
Por último, el periodo más adecuado para podar la vid es cuando está en la fase de reposo, es decir, entre la caída de la hoja y el momento de la brotación, aproximadamente en el mes de noviembre.
Las plagas de la vid
Son numerosas las especies de insectos que pueden dañar la planta de la vid, y muchos de ellos están considerados como plaga debido a su gran facilidad para reproducirse y aumentar significativamente su número de ejemplares y por tanto, el daño que causan a la planta.
Aquí te vamos a hablar de algunas de estas plagas propias de la vid:
Las plagas más comunes son una buena cantidad de insectos. Las plagas que comparten con otras frutas y hortalizas son la cochinilla, los trips, los escarabajos o algunas orugas. Este tipo de insectos suelen dañar las hojas y los brotes tiernos, además de que son una perfecta vía de entrada para enfermedades e infecciones de hongos.
Una plaga de insectos que bien merece un apartado son los ácaros conocidos como araña roja y araña blanca. También ocasionan daños en las hojas aunque estas son más típicas de la época estival, cuando el ambiente es más cálido y seco.
La plaga considera más peligrosa para la vid es la llamada filoxera. Es un insecto pequeño parecido a un pulgón que sin embargo puede llegar a causar daños devastadores. La filoxera se alimenta de la savia de la planta a través de la raíz. En la especie de la vitis vinifera esta especie resulta mortal.
Aunque parezca obvio, las aves son unas de las principales causantes de la pérdida de cosecha en viñedos. Esto se debe a que las aves consumen grandes cantidades de las uvas más maduras.
Cómo eliminar las plagas de la vid
La mejor manera de evitar las plagas en trabajar en la prevención, o lo que es lo mismo, mantenerse alerta para controlar a tiempo la posible aparición de insectos y realizar todos los cuidados necesarios para propiciar una buena salud en la planta.
Sin embargo, si finalmente las plagas llegan, aquí te dejamos algunos trucos para acabar con ellas:
Algunas plagas son muy difíciles de erradicar. La filoxera es una de ellas. De hecho, actualmente no existe ningún método para eliminar esta plaga. Únicamente se considera eficaz para frenar su expansión el injerto de las variedades europeas sobre pies americanos.
En el caso de las aves, a pesar del remedio más obvio que es el espantapájaros, su colocación no siempre resulta eficaz. Por eso, puedes probar a colocar una red protectora en las viñas para evitar que las aves puedan picotear la cosecha. Otros métodos contra las aves son la colocación de CDs o tiras de aluminio que reflejen la luz del sol y que suelen repeler a las aves en el vuelo, evitando que se posen sobre las zonas donde se encuentran. Sin embargo, este tipo de soluciones han demostrado ser eficaces únicamente en los primeros días, ya que las aves se van acostumbrando progresivamente y dejan de temer a estos elementos.
Las plagas de cochinilla se pueden controlar podando las ramas afectadas. También puedes utilizar algún insecticida anticochinillas, aunque no deberás abusar si no quieres que los insectos se vuelvan resistentes a él. Es importante que si utilizas este último método prestes atención también a las larvas para que el tratamiento sea más eficaz.
Contra insectos como el pulgón o los trips es bastante eficaz pulverizar una mezcla de agua y jabón que puedes fabricar de manera casera con cualquier recipiente de spray que tengas.
Evita el exceso de abono en el suelo de la planta para evitar que enferme.
Para acabar con los nematodos, puedes prevenir con la desinfección de suelos y sustratos. Si el ataque ya se ha realizado, lo mejor es que arranques las plantas afectadas y las quemes.