Para podar hay que realizar cortes limpios, y utilizar herramientas de corte como tijeras que estén previamente desinfectadas tras cada uso. A posteriori debemos proteger los cortes de poda para evitar la entrada de hongos y enfermedades en la planta con alguna pasta cicatrizante.
Existen 4 tipos de poda:
Poda de formación
Este tipo de poda consiste en dar a nuestra planta una forma o estructura concreta. Se utiliza mucho en arbustos y árboles. Pero también es muy útil para hortalizas y verduras. Dentro de este tipo de poda destaca la poda apical. Esta técnica de poda consiste en ‘engañar’ a la planta para que no centre su crecimiento en el tallo principal y lo haga en los secundarios para que crezca a lo ancho en lugar de a lo alto. otro tipo serían los pinzamientos, que consiste en rebajar el volumen de la planta y provocar el desarrollo de nuevas ramas laterales que aportarán densidad y opacidad al arbusto o árbol.
Poda de saneamiento y rejuvenecimiento
La poda de saneamiento consiste en eliminar las ramas secas y rotas de nuestros cultivos. Con esta poda airearemos nuestras plantas y evitaremos la proliferación de malas hierbas, hongos y bacterias. Evitaremos que nuestra planta crezca de forma anárquica.
Poda de fructificación
Este tipo de poda se realiza con el objetivo de equilibrar el número de yemas de flor con el número de yemas de madera.
Poda tras la floración
Se suele hacer en el invierno y se hace para estimular la floración y que al año que viene nuestra plantas obtengas muchas más flores y por tanto frutos.