En la Universidad de Murcia se está trabajando en mutar genéticamente las plantas productoras de tomates, pimientos, guisantes, etc., para hacerlas capaces de crecer y desarrollarse de forma normal agregando agua salina en los huertos, sin que ello afecte a sus frutos. El quipo está a punto de encontrar resultados concluyentes. No es una labor sencilla, tienen que encontrar el gen que permita que las raíces sobrevivan con sal.
Una vez encontrado podrán clonar las plantas y economizar el gasto del agua utilizada para la agricultura.
Aunque, lo ideal sería mantener los bosques de la Tierra como están e incluso repoblarlos masivamente, y frenar el calentamiento global disminuyendo las emisiones de Co2, para que así los niveles de agua subieran gracias a la contribución de los bosques en la creación de las lluvias en la atmósfera. Aunque, es cierto que mientras es una buena solución parche.
Ya sabéis, puede que en el futuro algunos de vosotros que vivís en la costa podáis regar vuestras tomateras con agua salina en los huertos que traigáis de la playa