Los cactus y las suculentas almacenan agua en sus tallos y hojas por lo que suele tolerar períodos de sequía. La mayoría pertenecen a áreas con temperaturas elevadas, mucho sol, poca humedad y buen drenaje.
Dale a tus suculentas un buen comienzo en tu hogar plantándolas en un compost que se adapte a sus necesidades. Las suculentas, los cactus y los bonsáis, precisan un pH ligeramente ácido y un buen drenaje para evitar el encharcamiento.
Todas estas plantas requieren poco mantenimiento y es fácil matarlas con el simple hecho de regarlas en exceso. Por tanto, para que eso no suceda, riega cuando la parte superior del suelo esté seca. Durante el otoño y el invierno, reduce el riego. Al hacerlo, lo mejor es usar agua de lluvia o agua destilada.
Si estás buscando una planta para regalar o traer la naturaleza al interior, siempre habrá un cactus o una suculenta que se adapte a tus necesidades. Una de mis plantas preferidas es la Echeveria que no necesita mucho cuidado y puede prosperar en un sitio iluminado. Si deseas plantas en flor, la Kalanchoe blossfeldiana se puede encontrar con flores amarillas, rojas, rosadas y naranjas.
Los cactus son una de las plantas de interior más populares y puedes encontrar una gran variedad. La Mammilaria hahniana parece un alfiletero y se ve muy bien junto al cactus orejas de conejo cuyo nombre botánico es Opuntia microdasys.
El arte de cultivar árboles enanos requiere más cuidado y mantenimiento en comparación con las plantas crasas, pero vale la pena el esfuerzo. Los bonsáis requieren mucha humedad, luz y riego para que prosperen. Una de las opciones más comunes es el olmo común.