Lamentablemente hoy en día muchos de los alimentos que tomamos están contaminados químicamente, en ellos se encuentran infinidad de residuos químicos, residuos que provienen de la manipulación industrial de los alimentos, de los medicamentos que se le dan a los animales criados en granjas, residuos de actividades industriales que contaminan la tierra y el agua y de restos de pesticidas y fertilizantes que se utilizan en agricultura convencional.
Todo este tipo de residuos que contaminan los alimentos son perjudiciales para la salud, sin darnos cuenta estamos alimentándonos con un tipo de alimento que no es nada bueno para nuestro organismo.
En la producción de alimentos actual por desgracia prima la cantidad, la rapidez y el poder de conservación de los alimentos lo que tiene por consecuencia la utilización de técnicas y productos perjudiciales para el medio ambiente y nuestra salud. Aparte de estos peligros este tipo de producción de alimentos nos ofrece productos insípidos sin ningún tipo de sabor ni olor y si lo tienen es a base de adictivos y colorantes sintéticos.
La opción a todo esto es el consumo de alimentos ecológicos, alimentos que no constituyen ningún tipo de peligro para nuestra salud ni para nuestro bienestar.
Entre las ventajas de los alimentos ecológicos destacaremos las siguientes:
Son alimentos con mucho mejor sabor y olor ya que en su producción no se ha utilizado ningún componente químico, han sido producidos mediante técnicas agrícolas y ganaderas respetuosas con el medio ambiente.
La agricultura realizada en huertos ecológicos mantiene el equilibrio natural sin consumir más recursos de los necesarios y respetando el ecosistema. Todo se hace según el curso de naturaleza y se mantiene la fertilidad de la tierra.
La ganadería ecológica respecta el bienestar de los animales, respecta su ritmo de crecimientos y evita las malas condiciones y excesos de estrés innecesario en los animales.
No se suministra ningún tipo de medicamento a los animales lo que garantiza que no consumimos ningún tipo de residuo medico.
Este tipo de alimentos ecológicos tienen una calidad garantizada no han pasado por medios de producción intensivos ni se han tratado con ningún agente químico. Además cuentan con garantías otorgadas por Certificados Ecológicos autorizados.
Las hortalizas, frutas y verduras cultivadas de manera ecológica no son tratadas con agentes químicos como pesticidas y fertilizantes tradicionales que pueden ser causa de graves enfermedades.
No contienen ningún tipo de aditivo químico que pueden ser nocivos para la salud.
El cultivo de frutas, hortalizas y verduras de forma ecológica hace que estas sean mucho más nutritivas y saludables ya que se han cultivado en suelos tratados de manera ecológica realizando las rotaciones y asociaciones necesarias y fertilizando la tierra de manera natural.
Este tipo de alimento pueden estar al alcance de la mano de cualquier persona, hoy en día se pueden encontrar alimentos bio en muchos establecimientos especializados, pero por desgracia estos aún son algo caros y no pueden competir en precio con los alimentos tradicionales
Una solución a este problema económico es tener tu propio huerto ecológico, un pequeño espacio en el jardín o incluso en una terraza nos permite tener un pequeño huerto y poder cultivar de manera sana y natural nuestras propias frutas, hortalizas y verduras.
Un huerto ecológico nos ofrece alimentos sanos y naturales que nos van a permitir mantener nuestra salud y mejorar nuestro estilo de vida además de ofrecernos otro tipo de beneficios y ventajas que podéis conocer en nuestro artículo “Ventajas del huerto en casa“
A continuación dejamos a tu disposición artículos en nuestro blog que te pueden ayudar con la creación de tu propio huerto.
El huerto: 7 cosas a saber
Soportes de cultivo para un huerto urbano
La importancia del sol y el agua en el huerto
Sistemas de riego en el huerto
Cómo detener y controlar plagas y enfermedades en el huerto
Qué se puede cultivar en el huerto
La entrada Por qué consumir alimentos ecológicos aparece primero en Huerto urbano.
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