Es agradable verlos, sentir su aroma y guarecerse en su sombra pero ¿porque son vitales para la vida humana? Aquí las razones que debes saber para salir ya a plantar un árbol.....
Los árboles sirven para:
- Combatir efectivamente el efecto invernadero: todos hemos escuchado de esto pero es importante saber que el calentamiento global es el resultado de un exceso de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono. Los árboles absorben dióxido de carbono y producen oxígeno (vital para la existencia de la vida). Una estadística alarmante...16 resmas de hojas para impresora equivalen a la tala de un árbol, ¿para pensarlo no?
- Bajar las temperaturas: algo lógico que damos por sentado...las calles y los edificios atrapan el calor, los árboles dan sombra y liberan vapor y de esa forma se reduce la temperatura de las ciudades.
- Conservar el agua: la sombra de los árboles ayuda a disminuir la cantidad de agua evaporada.
- Producir oxígeno: una hectárea de árboles produce el oxígeno suficiente para 20 personas.
- Limpiar el aire los árboles: las hojas y cortezas de los árboles ayudan a filtrar partículas contaminantes en el aire. También absorben gases contaminantes como dióxido de azufre, amonio, dióxido de nitrógeno, entre otros contaminantes del aire, dañinos para la salud.
- Conservar el hábitat de la flora y la fauna: Los árboles son los hogares urbanos de muchas especies de pájaros, insectos y pequeños animales. Son pequeños ecosistemas.
- Oxigenan el aire: Las hojas fijan el CO2 atmosférico, el cual es un producto residual del metabolismo humano, animal y de la quema de combustibles.
- Refrescan el ambiente: Las plantas, además de la fotosíntesis, desarrollan otros procesos como la evapotranspiración. Las hojas liberan vapor de agua que refresca el aire y lo humedece. Lo puedes notar sintiendo la humedad de las plantas que están juntas, se refrescan entre sí, si plantas árboles alrededor de tu casa puedes refrescarla de un 10% a un 50%.
- Reducen la contaminación sonora: Las grandes masas de hojas funcionan como amortiguadores naturales del ruido generado por el tránsito, las industrias y el funcionamiento de la ciudad.
- Intervienen en el ciclo del agua: Las raíces retienen el agua de lluvia permitiendo que ésta filtre lentamente a través del suelo hasta los acuíferos y que se dirija despacio hasta los ríos, manteniendo estable el caudal y evitando sequías e inundaciones.
- Protegen el suelo: Evitan la erosión y el desgaste de los suelos, “sosteniendo” las partículas del suelo con sus raíces.