Las plagas en primavera supone una explosiva reactivación de la naturaleza. Los árboles caducifolios vuelven a llenarse de brotes y hojas frescas, las herbáceas surgen ya sin timidez de la tierra, las flores comienzan a inundar el jardín con sus magníficas fragancias.
Con este jugoso panorama, y unas condiciones climáticas favorables. Las plagas en primavera son muchos los organismos que deciden alimentarse de nuestras plantas, que despiertan del letargo invernal para lucirse con todo su esplendor.
Las plagas en primavera son muy frecuentes por la proliferación de ácaros, moscas blancas, pulgones y cochinillas en el jardín. En cuanto a las enfermedades, las más habituales las encabezan los hongos: oídio, roya, botritis y mildiu. Tampoco podemos olvidarnos de la maleza: los hierbajos germinan con fuerza con el buen tiempo, compitiendo con tus plantas por los nutrientes.
Principales enfermedades
Oídio: se desarrolla cuando hay excesos de humedad, y se manifiesta como una especie de polvo o moho blanco sobre el follaje, especialmente en hojas, tallos y brotes tiernos.
Para acabar con esta enfermedad, puedes acudir a fungicidas o eliminar las plantas o partes afectadas. Se previene el problema evitando los aspersores (que mojan en exceso el follaje) y asegurando la suficiente ventilación.
Roya: también es un hongo, que se manifiesta en forma de pequeños puntitos de color rojo o naranja en el envés de las hojas. Estos puntos son en realidad pústulas (tienen relieve) y son el síntoma de que el hongo interno se está reproduciendo. Es conveniente aplicar fungicidas específicos, especialmente en las plantas más propensas.
Mildiu: se trata de un mal muy frecuente y destructivo, consecuencia del ataque de ciertos hongos. Aparece en forma de manchas en las hojas cuando hay excesiva humedad. Como en el caso del oídio, reducir la humedad y aumentar la ventilación pueden ser buenas técnicas para evitarlo. No obstante, existen fungicidas muy eficaces tanto para la prevención como el tratamiento de esta enfermedad.
Botritis: se reconoce muy fácilmente porque el follaje se pudre. Una primavera con altas precipitaciones es un buen caldo de cultivo para este hongo. ?Consejos? Los habituales: evitar la humedad y utilizar fungicidas. No olvides eliminar las partes afectadas, ya que es muy contagioso. Un buen abonado también ayuda a fortalecer a las plantas frente a la podredumbre.
Insectos y malas hierbas
Respecto a las plagas, los pulgones se muestran especialmente activos en la primavera. Hay muchas variedades, pero todos se caracterizan por alimentarse de la savia de los vegetales. Aunque existen tratamientos químicos muy efectivos (aceites insecticidas, por ejemplo), también podemos recurrir a la pulverización de agua jabonosa sobre las zonas afectadas. Recuerda que las mariquitas se alimentan de ellos, así que déjalas que vivan felizmente en tu jardín.Las hormigas no son especialmente peligrosas. Sin embargo, son síntoma de plagas mucho peores: los pulgones, las cochinillas y la mosca blanca segregan sustancias dulces de las que se alimentan las hormigas. Si éstas aparecen, vigila tus plantas.
Tampoco viene mal cultivar algunas especies aromáticas que las repelen, como el tomillo, el espliego o la menta. Por su parte, si aparecen telarañas, probablemente ácaros como la araña roja habrán tomado algunas áreas de tu jardín. Pulveriza agua a presión sobre ellas para eliminarlas.
Para terminar, destacamos el peligro que supone la maleza para el equilibrio del jardín: consumen los nutrientes y acogen plagas y enfermedades. Retira las malas hierbas desde la raíz y utilizando azadillas o escardillos, pero sin profundizar, ya que podemos dañar las raíces de nuestras plantas. Recuerda que cuanto antes las quites más fácil y cómoda será su erradicación definitiva.