Ruta micológica Serranía de Cuenca 29/10/2022

Las fuertes y abundantes tormentas durante agosto y septiembre favorecieron la proliferación de gran variedad de setas en zonas silíceas de la Serranía de Cuenca a principios y mediados del mes de Octubre, con especial mención a una gran brotada de níscalos (Lactarius deliciosus), aunque también se dieron en localizadas zonas de suelo calizo.

Todo apuntaba a una buena brotada de setas

Lo que parecía iba a ser una buena temporada otoñal de setas, terminó por truncarse debido al cese de las precipitaciones, sólo las nieblas y rocíos persistentes permitieron que se alargara un poco más en el tiempo la brotada de setas, pero fue finalmente una serie de olas de calor extraordinarias para el mes de Octubre las que terminaron por cortar la fructificación de carpóforos.

Si hay que elegir al gran enemigo de las setas entre el calor y el viento, gana la batalla sin lugar a dudas el viento. El calor no es tan malo como parece, hay especies termófilas que fructifican bien incluso en los tórridos meses de verano, como es el caso de la oronja (Amanita caesarea) o del hongo negro (Boletus aereus), se trata de especies que soportan bien el calor.

Sin embargo el viento se lleva consigo la capa húmeda superficial y con ello se evaporan, nunca peor dicho, las posibilidades que broten los cuerpos fructíferos de los hongos, sean termófilos o no, ahí no importa. Sí, el viento, el gran enemigo de las setas. Sin un mínimo de humedad ambiental es imposible que puedan medrar las setas por mucha humedad que haya en el suelo, y más si arrecia con fuerza el viento.

El fuerte viento que es capaz de derribar árboles, es el mayor enemigo de las setas al llevarse la humedad superficial del suelo a su paso.

Ruta guiada al monte de interpretación y educación micológico-ambiental
Tras explicación de las condiciones en las que se encontraba el monte , se realizó:

En toda ruta es importante recalcar las buenas prácticas recolectoras basadas en la sostenibilidad del recurso y el trato amable al bosque. Es fundamental comprender que se trata de una afición que se desarrolla en entornos naturales de frágil equilibrio, por lo que no se debe notar por donde hemos pasado, premisa número uno.

Una vez explicadas las buenas prácticas recolectoras se procede a analizar el tipo de monte por el que va a transcurrir la ruta, sus características y peculiaridades, así como la flora y si es posible la fauna. Claro está, siempre centrándonos en el cortejo fúngico que acontece en su suelo, haciendo hincapié en la necesidad de mantener nuestros hábitats en el mejor estado de salud posible.

Todo aficionado a la micología sabe de la importancia que es conocer los tipos de suelos, saber de geología y edafología es de gran valor para saber interpretar el lugar donde nos hallamos y así poder saber, de antemano, las especies fúngicas que pueden medrar en dicho hábitat.

La Ruta Micológica por la Serranía de Cuenca

Una vez presente en el inicio de la ruta cabe explicar los principales puntos referenciales para facilitar la orientación y que el grupo sepa ubicarse durante la travesía por el monte. Siempre puede haber alguna persona que se aleje un poco del grupo y termine caminando solo, así sabiendo las referencias le resultará mucho más fácil regresar con el grupo o al punto de partida.

Conocer los mapas topográficos y las apps de GPS que podemos usar en nuestros teléfonos móviles, puede ser de vital importancia para andar con mayor seguridad por el bosque de no perderse en caso de desorientación.

La ruta transcurrió por un bosque de pino y encina, donde en condiciones favorables de temperatura y humedad fructifican especies como Boletus aereus, Amanita caeasrea, Cantharellus pallens, Craterellus lutescens, Hygrophorus personii y otras muchas especies de interés culinario.

El huevo de rey, tana, yema, oronja (Amanita caesarea) … una de las setas más preciadas en la gastronomía micológica

Las setas encontradas durante la travesía micológica

Durante la travesía micológica se pudieron hallar ejemplares de níscalo (Lactarius deliciosus y L. sanguifluus), pie azul (Lepista nuda) y sus semejantes los Cortinarios violaceos, que suelen confundirse con ellos, con lo que fue una buena oportunidad para explicar las diferencias entre unos y otros, para evitar así posibles confusiones entre los asistentes a la hora de recolectarlos. También las negrillas (Tricholoma terreum) aparecieron junto a sus semejantes Tricholoma virgatum, con la que es muy posible confundirlas, momento que sirvió para ver in situ como se pueden diferenciar unas de las otras con total precisión.

La segunda parte de la ruta micológica se dio en una zona de prados y tierras en barbecho, donde el lance fue en busca de la exquisita seta de cardo o seta de Castilla (Pleurotus eryngii). Se pudo explicar su posible confusión con los clitocibes tóxicos, aunque una vez conociendo bien los caracteres diferenciadores de la seta de cardo es muy difícil confundirla.

La apreciada seta de cardo o seta de Castilla (Pleurotus eryngii)

Listado de especies encontradas

Amanita phaloides
Amanita pantherina
Amanita muscaria
Amanitas grupo vaginata
Agaricus sp.
Macrolepiota procera
Macrolepiota sp.
Stropharia semiglobata
Pleurotus eryngii
Suillus bellinii
Chroogomphus rutilus
Lactarius rugatus
Lactarius sanguifulus
Lactarius deliciosus
Lactarios varios blancos ( El L. vellereus entre ellos)
Russulas sp. (Russula chloroides entre ellas)
Sarcodon laevigatus
Hydnellum ferrugineum
Tricholoma batschi y similares
Leucopaxilus amarus
Rhizopogon roseolus
Pisolithus arhizus
Hebeloma edurum
Cortinarius sp. (C. purpurascens entre ellos

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