4 tips eco para tu jardín o terraza
1. Abonos caseros
Son muchos los productos que podemos usar para fertilizar nuestras plantas más allá de los abonos sintéticos. Por ejemplo, la piel de plátano favorece la floración gracias al potasio, y prepararlo es tan sencillo como licuar cuatro cáscaras cortadas en trozos, mezclarlas con un litro de agua, colar y aplicar; las cáscaras de huevo, por su parte, permiten repeler plagas por el carbonato cálcico, y para usarlas tan solo tendremos que lavarlas, dejar que se sequen y triturarlas con ayuda de las manos.
2. Fungicida casero
Además de los abonos, también podemos preparar insecticidas o fungicidas caseros. De este modo, cuando nuestra planta está afectada por hongos o por pulgón, podemos elaborar una solución a base de ajo y cebolla. En concreto, tendremos que hervir en un litro de agua una cebolla y dos cabezas de ajo, y dejar macerar durante unas 12 horas. Después, lo colaremos y con ayuda de un difusor pulverizaremos toda la planta. En el caso del pulgón, es importante aclarar que no lo va a matar, pero sí impedirá que siga expandiéndose.
3. Riego por goteo
Se trata de un sistema que va soltando el agua en una zona concreta y de forma lenta y constante, por medio de goteros, y durante un tiempo que hemos determinado previamente. Puede instalarse tanto dentro de la superficie como fuera, y tiene la ventaja de que reduce al máximo el desperdicio de agua, lo que lo convierte en un sistema de riego sostenible. Pero, además, reúne otras ventajas como la reducción de las plagas, la administración directa de nutrientes, la versatilidad en cuanto a tipos de terreno y su efectividad a la hora de evitar las malas hierbas. 4. Riego casero
Si el riego por goteo es ya una opción más sostenible, imaginaos si, además, le añadimos el componente casero detrás. Y es que sí, nosotros mismos podemos crear un sistema de riego casero que nos permita ahorrar en lo que a consumo de agua se refiere. Así, el material más utilizado para ello son las botellas de plástico. De este modo, aunque hay diferentes formas de plantear este tipo de sistema, vamos a ver uno de los más sencillos:
- Recortar la base de la botella, para usarlo como acceso para el agua.
- Realizar pequeños agujeros en el tapón, que serán los responsables de generar el goteo, por lo que no pueden ser muy grandes.
- Insertar la botella, con el tapón puesto, dentro de la tierra, de forma que el agua riegue directamente las raíces.
No dudéis en probar estas ideas para vuestro huerto o jardín. Y recordad que podéis encontrar más consejos para vuestro hogar en la página de Vivienda saludable.