Es así como decidimos que realizar unas vallas de jardín hará que los aspectos como la decoración de nuestra casa y, por supuesto, del jardín. Por eso no existen dos jardines iguales, porque cada individuo le otorga ese toque personal que lo hace inconfundible, y esto lo consigue con elementos como muros, piedras, senderos, fuentes, superficies de agua, iluminación y otros muchos recursos.
(Aprende a elaborar tu propia vallas de jardín gracias a este reportaje).
Y es aquí donde entran en juego las vallas de jardín.
Estos elementos dotan al espacio de unidad, elegancia y seguridad, entre otras cosas. Además, son una de las opciones más prácticas y recurrentes para decorar el exterior de nuestra casa, permitiéndonos limitar y unificar el espacio, separar unos sectores de otros, restringir algunos lugares a personas o animales, crear canteros para proteger nuestras plantas, etc.
En el mercado actual, podemos encontrarlas de todos los tamaños, formas y materiales, por lo que, además de los beneficios que nos aportan estos elementos, podemos poner nuestro jardín a la última.
Funciones y características
En palabras de Carlos Morales, integrante de Garden Center, las vallas de jardín cumplen dos funciones principales: "la propia de protección y delimitación, y la estética: adornar y embellecer nuestra zona".Además, estos elementos tienen otros fines como delimitar diferentes espacios dentro de nuestro jardín para protegerlo del exterior.
También es un complemento altamente decorativo que aporta privacidad a nuestra parcela y le proporciona estilo e intimidad, así como robustez y elegancia.
En cuanto al sentido estético, Diana Mera, responsable de comunicación de CMB Bricolage, afirma que, dependiendo del modelo, la valla será más o menos atractiva, pues, como dice "hay algunas cuya función es darnos independencia pero que no tienen ningún valor estético, como es el caso de mallas sombreadoras que se venden como vallas de jardín".
Y añade que, para que sean estéticas y decorativas, tenemos que elegir vallas de madera o de materias naturales como el brezo, cañizo o bambú.
Modelos y materiales
Hay vallas para todos los gustos, desde un estilo más llamativo hasta otro más discreto. Tienen la ventaja de que, comparadas con los setos, ocupan poco, por lo que dejan más espacio para el césped o las flores.Lo ideal es colocarlas a lo largo de un sendero o de un estanque o bordura, para crear armonía en la zona.
Además, podemos elegir entre casi todo tipo de materiales, desde recursos naturales como brezo, bambú, cañizo o mimbre, hasta hierro, hormigón prefabricado, polietileno o PVC.
En Garden Center, las vallas de madera son las más solicitadas para la función estética y, dentro de éstas, disponen de formas y tamaños variados.
Así, Carlos Morales habla de vallas redondeadas, de las que dice que "dan profundidad a las líneas de jardín"; modelos rectos, que define como "más baratos y fáciles de montar"; y vallas de madera tropicales.
De éstas últimas, Morales destaca que son indestructibles y muy duraderas, pero añade el inconveniente de que "son algo más caras".
Mercado y mantenimiento
La demanda de estos elementos por parte del cliente dependerá siempre de sus necesidades.Por lo general, para la función estética, suele decantarse por las vallas de madera, mientras que para garantizar la protección elige otros materiales más resistentes y duraderos como el hierro o la chapa.
En CMB Bricolage, Diana Mera afirma que el consumidor demanda casi todos los modelos de los que disponen, aunque afirman que "el brezo casi puede ser la estrella, junto con las vallas de madera tratada".
Debido a la gran variedad de materiales y estilos, existe un amplio abanico de precios, por lo que están al alcance de cualquier bolsillo dependiendo de las características del producto.
El coste de una valla de jardín varía entre los 40 euros, en los modelos más sencillos, hasta los 200 euros.
En cuanto al mantenimiento, en Garden Center estiman en 20 años la duración de una valla de jardín si se trata cuidadosamente.
No obstante, "a las de madera hay que aplicarles un tratamiento específico cada dos o tres años, como laca o barniz, para hacer más longeva su vida útil", afirma Morales.
Finalmente, podemos decir que instalar una valla de jardín es la mejor opción para dotar a nuestro espacio verde de elegancia, privacidad, seguridad y armonía.
Agradecimientos a Carlos Morales, integrante de Garden Center y Diana Mera, responsable de comunicación de CMB Bricolage