Tal es nuestra admiración por esta planta que os hemos hablado en numerosísimas ocasiones de ella: ficha técnica, cuidados, cultivo, consejos, tipos... (podéis encontrar toda la información sobre las rosas en esta página).
Ahora bien, en este post me quiero centrar en sus propiedades y usos medicinales. Porque, además de ser preciosa, también es beneficiosa =).
(Imagen/ Flickr: T.Kiya)
Las rosas se emplean tradicionalmente como laxante suave y combaten eficazmente los parásitos intestinales.
Podemos preparar un té de rosas colocando unos cuantos pétalos secos en una taza o vaso con agua previamente hervida. Tras unos cinco minutos, disfrutaremos de una sana bebida adelgazante y digestiva.
También se pueden añadir a cualquier otra tisana para mejorar su sabor, si empleamos ingredientes que no nos acaban de gustar del todo.
Además, por vía externa, podemos realizar baños oculares. Os recomiendo realizar una infusión de rosas, con eufrasias y manzanilla, aplicada con compresas en los ojos, ayuda a aliviar la conjuntivitis.
Su aceite esencial, extraído de la destilación al vapor de los estambres y pétalos, combate las infecciones respiratorias, la tos, las llagas bucales, el dolor de garganta...
Tratamiento aconsejado para las tensiones premestruales, menopausia o depresión.
Quizás, uno de sus usos más conocidos es el cosmético. Las rosas mejoran la cicatrización de heridas, es antiarrugas, previene el envejecimiento... Especialmente indicada para pieles sensibles, secas o maduras.
Mascarilla: machacar los pétalos y colocarlos sobre el rostro limpio durante al menos quince minutos. Posteriormente, retirar y aclarar con agua tibia.
(Imagen/ Flickr: Beverly&Pack)
Cómo crear tu propia agua de rosas:
Por último, os dejo este vídeo que me ha gustado especialmente. Genial para crear nuestro propio agua de rosas e hidratar nuestra piel de manera eficaz en tan sólo unos segundos.
Necesitaréis:
- Rosas.
- Agua destilada.
Pasos:
1. En una olla, incluir medio litro de agua destilada y calentar.
2. Quitar los pétalos que enjuagaremos mientras el agua comienza a hervir.
3. Introducir los pétalos en el recipiente que tenemos al fuego, tapar y calentar unos cinco minutos a fuego lento.
4. Retiramos y dejamos reposar la mezcla. Cuanto más tiempo, mejor, aunque dos horas serán suficiente.
5. Con la ayuda de un colador, pasamos el líquido a un recipiente con pulverizador.
Adjunto el vídeo:
Para la realización de estas recetas podréis emplear rosas de cualquier color, eso sí, siempre frescas y libres de pesticidas.
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