Los claveles son unas flores preciosas de variados y vivos colores, los más comunes son el rojo, rosado, blanco, salmón, amarillo y bicolores. Lamentablemente hay muchas enfermedades de los claveles que les pueden afectar.
Estas delicadas flores necesitan de cuidados a la hora de ser cultivados y una especial atención en cuanto a las enfermedades de los claveles y a las plagas se refiere. Aprende aquí a cultivar claveles.
En este post te informamos sobre las enfermedades de los claveles más comunes:
Enfermedades:
1. Fusarium oxysporum o Fusariosis: Enfermedad muy grave que afecta a las raíces en primera instancia, pudriéndose y afectando al resto de la planta según va progresando hasta romperla por el tallo, de esta forma parte de las raíces quedan en la tierra.
Para combatir este trastorno ha proliferado el cultivo sin suelo, se emplean contenedores con superficies resistentes gracias a un aporte calcáreo que controla al hongo Fosarium.
2. Uromyces caryophillinus o Roya: De fácil identificación debido a que produce unas manchas anaranjadas en tallos y hojas. En función de las condiciones climáticas el color de las mancha varía alcanzando un tono negruzco y haciendo que las hojas caigan y debilitando la planta enormemente.
Una vez localizado, se deberán eliminar rápidamente las zonas infectadas, de esta forma evitaremos que se extienda al resto de la planta.
Sobre todo, es fundamental su prevención aplicando insecticidas contra este tipo de hongos periódicamente.
3. Podrán afectar a tu clavel otros hongos como el Pseudomonas andropogonis, Rhizoctonia solani, Alternaria dianthicola...
4. Carnation Etched Ring Virus o Virus del jaspeado del clavel: Daña únicamente a las plantas de la familia Caryophyllaceae, apareciendo pequeñas manchas en líneas o anillos de color pardo o púrpura. Lo controlaremos evitando la contaminación por transmisión mecánica.
5. Stunt o debilitamiento: Causado por el viroide CarSAVd provoca alteraciones en el crecimiento de la planta y se recomiendan tratamiento con termoterapia o el cultivo in vitro de ápices meristemáticos para controlarlo.
Plagas:
1. Cacoecimorpha pronubana o Tortrix europeo: Las larvas de este lepidóptero devoran las flores y tan sólo se pueden combatir a través de insecticidas para orugas.
2. Frankliniella occidentalis o Trips: Insectos que chupan los pétalos desde el botón floral interior apareciendo decoloraciones en los bordes de éstos cuando la flor madura. Recomendamos el uso de Isofenfos para su eliminación.
3. Pulgones: Absorben la savia debilitando las plantas y favoreciendo la aparición de otras enfermedades.
4. Babosas: Se alimentan del tallo, hojas, flores, yemas, y provocan agujeros en el clavel. La forma más efectiva de prevenir su aparición es manteniendo a raya la humedad.
5. Psedonapomyza dianthicola o minadores: La única manera de acabar con las larvas de estos dípteros, propios de la zona mediterránea, y evitar que debiliten la planta a través de la formación de galerías en las hojas, es a través del Acefato (polvo soluble en agua).
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Imágenes/ Flickr: Manel, Srinivas Ramdas, lallalori, esta_ahi