Consejos para preparar tu propio compost
Hacer tu propia tierra para macetas es muy simple y todos los ingredientes los puedes adquirir en viveros o centros de jardinería. A continuación te ofrecemos una mezcla para cada necesidad.
Compost básico: 2 medidas de resaca +1 medida de tierra +1 medida de arena gruesa +100 g de humus de lombriz por cada kilo de compost que deseas preparar.
Compost para flores: 1 medida de tierra +1 medida de resaca +1/2 medida de perlita +1 puñado de harina de huesos.
Compost para plantas ácidas: 2 medidas de resaca +1 medida de tierra fértil +1 medida de turba o pinocha. Las plantas ácidas son las hortensias, las azaleas y las camelias.
Clases de abono
En el mercado existe todo tipo de fertilizante para plantas. Hay en polvo, líquidos, tabletas, gránulos o nutrientes que se rocían sobre el follaje.
Fertilizantes de flor:
Orgánicos: este tipo de abono no es perjudicial y puede utilizarse en todo momento, incluso en floración o al preparar la tierra. Por otro lado, el humus de lombriz y la harina de huesos dan excelentes resultados, aunque no inmediatos.
Inorgánicos: los abonos líquidos solubles son preferibles, dado que permiten una dosis más exacta y un reparto más uniforme. Además, aportan fósforo, potasio y nitrógeno. También se puede utilizar superfosfato de calcio previamente disuelto en agua caliente. Posee un efecto rápido y se aplica solamente una vez 15 o 20 días antes de la floración.
Fertilizantes de follaje:
Existen en el comercio abonos para vigorizar el follaje. Lee muy bien las instrucciones porque algunos se pueden aplicar en épocas de floración. Asimismo, ten cuidado con los excesos, dado que pueden matar a la planta.
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Un consejito: para lograr un mejor crecimiento añádele al agua de riego un poco de vino rosado. Si ves que le falta vitalidad, riégala con té a temperatura ambiente. Otro secreto para que tengan mucha más fuerza es remover la tierra y mezclarla con borra de café con azúcar o azúcar con cáscaras de huevo trituradas.