No nos adecuamos al capitalismo porque nos convenza una trama ideológica súper coherente y persuasiva, sino por los afectos y los hábitos.
Creo que debemos ocuparnos, no de la misión de educar a los demás y explicarles cómo son las cosas, sino del arte de facilitar encuentros y formar hábitos que construyan cuerpos colectivos más potentes.
De construir otras formas de sincronizar y orquestar cuerpos y ritmos; otras lógicas prácticas y encarnadas.
Parafraseando muy desordenadamente a Jon Beasley-Murray en La clave del cambio social no es la ideología, sino los cuerpos, los afectos y los hábitos
Sin mas preámbulos les dejo leer este fragmento, que se lee en segundos, pero no te suelta fácilmente!
Buen Domingo!!
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a través de Agroecologia, campesinidad y los espacios femeninos en la unidad familiar de producción- Laura De Biase — blog no oficial
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