Quizás porque no era un artículo muy elegante ni las fotografías son muy agradables fui postergando esta entrada aunque creo y espero que pueda llegar a ser útil y aportar ideas.
Como dice la popular frase que "el fin justifica los medios", el compost y el estiércol son necesarios para obtener flores y frutos vigorosos y saludables.
Antes solía acumular los residuos vegetales en un recipiente casero tipo compostera y es realmente la mejor opción, porque es donde mejor se transforman los residuos en compost protegidos de la luz, la lluvia y el frío pudiendo alcanzar las temperaturas deseadas.
Las cáscaras de patatas, boniatos, zanahorias y calabazas las trituro y las guardo para el compost.
Las semillas las descartamos porque podrían germinar en el proceso.
Las cáscaras de plátanos y bananas aportan potasio al suelo.
El método es simple: acumulamos los residuos vegetales y de vez en cuando vamos removiendo con una pala para que circule oxígeno para los micro y macro organismos que se encargarán de la descomposición.
Se tapa y se deja a oscuras en un lugar fresco y a la sombra.
Es necesario que la parte inferior deje drenar líquidos.
También se puede prescindir de compostera y hacer un montón en un rincón y taparlo para protegerlo de la lluvia y el sol.
En verano, con el calor, el proceso de descomposición es más rápido y en unos 4 meses ya se ven los resultados.
Y para evitar las mosquitas que circulan por encima del montón de residuos, vierte una buena cantidad de hierba u hojas secas en la parte superior de la pila.
Últimamente he cambiado un poco la forma tradicional de preparar el compost.
Todos los residuos vegetales que voy obteniendo de preparar la comida diariamente en casa los voy triturando y almacenando para verterlos directamente en el suelo en vez de amontonarlos en una pila y los remuevo con una azada para mezclarlos con la tierra.
¿Qué materiales acumulo para hacer el compostaje? Casi todo lo que es vegetal a excepción de las semillas porque podrían germinar en el proceso. También las cáscaras de huevo que aportan calcio, papeles y cartones sin tintas y los residuos de las infusiones (te, café, yerba mate, etc.).
Las cáscaras de huevos aportan calcio.
Este otoño también le he aportado a la tierra estiércol ecológico natural comprado en un vivero y obtenido de oveja, caballo, pollo y madres reproductoras.
Los residuos vegetales y el estiércol que estoy aportando al suelo son aprovechados por los organismos que están presentes en la tierra. Estos micro y macroorganismos transforman estos elementos en compuestos más simples y asimilables para la nutrición de las plantas.
También es otra forma de reciclar y generar menos residuos para la comunidad.
Voy acumulando los residuos vegetales en recipientes para luego vertirlos en la tierra.
Y con respecto a los olores, los residuos vegetales no suelen tener aromas desagradables y de hecho cuando el compost está madurando huele a bosque y a frescura.
Dicen que podemos testear la salud de nuestra tierra por los animales que viven en ella.
Por ello, quiero compartir con vosotros una imagen de una de las tantas saludables y vigorosas lombrices que me ayudan a airear el suelo y hacerlo menos compacto.
Lombrices saludables y bien nutridas me ayudan a airear y ablandar la tierra.
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