El Acer japonicum es un árbol caducifolio muy parecido al arce japonés (Acer palmatum), pero a diferencia de este sus hojas tienen más de siete lóbulos, en cambio el A. palmatum normalmente tiene 5 o 7, rara vez 9. Además, hablamos de una planta muy elegante, que puede usarse para aportar un toque oriental a un jardín.
Su ritmo de crecimiento es lento, pero eso no debe desanimarte: ya desde muy joven destaca por su belleza. Así que, ¿por qué no hacerse con uno? A continuación te diremos todo sobre él.
Origen y características del Acer japonicum
Imagen – Wikimedia/Jean-Pol GRANDMONTConocido como arce afelpado japonés, haciendo referencia al tacto suave de sus hojas, o arce »luna llena», este es un árbol caducifolio originario de Japón y Corea del Sur que comparte hábitat con el arce japonés. Crece entre los 5 y los 15 metros de altura, y desarrolla un tronco no demasiado grueso que mide unos 40 centímetros de diámetro.
La copa es ancha, llegando a medir 3 metros, y muy ramificada. Las hojas son palmadas, lobuladas, de hecho suelen tener entre 7 y 13 lóbulos con el margen serrado. Estas son verdes, pero durante el otoño pasan a ser rojas o amarillas antes de caer.
Florece en primavera. Sus flores miden 1 centímetro de diámetro y son rojas. Aparecen reunidas en corimbos colgantes que brotan del extremo de las ramas. Una vez son fertilizadas, maduran los frutos, que son disámaras (dos sámaras unidas por un lado de la semilla) aladas, las cuales miden unos 3 centímetros en total.
¿Para qué se usa?
El Acer japonicum tiene solo un uso: el ornamental. Tanto si se planta en un jardín como si se tiene en maceta, es una planta que sirve para decorar un lugar. Además, es una especie ideal para trabajar como bonsái, ya que al igual que otros arces, tolera bien la poda.¿Qué cuidados darle al Acer japonicum?
Nuestro protagonista es un árbol que puede ser muy fácil de cuidar en climas templados y húmedos, pero muy difícil de mantener en lugares donde los veranos son muy cálidos. Por eso, veamos primero cuáles son las condiciones de cultivo más idóneas para esta planta:Clima: se encuentra en las regiones montañosas de Asia Oriental, donde el clima es templado, con veranos suaves y donde los inviernos hay nevadas. Asimismo, la humedad ambiental es alta.
Suelo: rico en materia orgánica, ligero, y con buen drenaje. No se debe plantar en suelos arcillosos, ya que cuando el pH es de 7 o superior tendrá problemas debido a la carencia de hierro.
Y dicho esto, veamos ahora sí cómo se ha de cuidar:
Ubicación
Imagen – Wikimedia/Jean-Pol GRANDMONTComo es una planta que necesita sentir el paso de las estaciones, la tendremos en el exterior durante todo el año. Pero, ¿dónde exactamente? Lo más recomendable es ponerlo cerca de otros árboles de gran tamaño, para que le den sombra. Esto es muy importante sobre todo cuando es joven, y aún más si se cultiva en una zona donde las temperaturas veraniegas superan los 30ºC.
A medida que gana altura y fuerza, se puede ir acostumbrando poco a poco a que le dé un poco el sol, y siempre ‘de refilón’ a través de las hojas y ramas de otras plantas; es decir, nunca de forma directa. Pero, repito: si hace mucha calor en verano, se debe mantener en sombra siempre, independientemente de la edad que tenga.
Tierra o sustrato
Jardín: si vas a plantarlo en el jardín, debes de tener presente que solo crecerá bien si la tierra es ácida o ligeramente ácida, fértil y si absorbe y filtra rápido el agua.
Maceta: en caso de tener jardín, o de tener uno pero con tierra alcalina, lo ideal es cultivarlo en maceta con tierra para plantas ácidas como esta. Ahora bien, por propia experiencia, si estás en la región mediterránea te recomiendo usar fibra de coco (cómprala aquí) o una mezcla de akadama con un 30% de kiryuzuna, ya que así tendrá menos problemas a la hora de mantener hidratadas sus hojas en verano.
Riego
Si no llueve con frecuencia, tendremos que regarlo nosotros ya que el Acer japonicum no resiste la sequía. Pero, ¿cuándo? Es difícil decirlo, porque cada clima es distinto, pero sí debes tener en cuenta que no hay que dejar que la tierra se seque por completo nunca, y menos durante el verano.Yo estoy en Mallorca y los riego 3-4 veces por semana en verano, y 1-2 veces por semana en primavera y otoño. En invierno no suelo regar mucho, ya que las temperaturas son frescas y el grado de insolación más bajo, eso hace que las gotitas del rocío de la mañana permanezcan más tiempo sobre las plantas; y como suele llover, solo riego una vez cada 10 o 15 días, cuando veo que la tierra está seca.
Por eso, es importante que conozcas tu clima, y que riegues cuando lo consideres necesario. Y por cierto, usa agua de lluvia siempre que puedas; es la mejor para tu árbol. Si el agua es alcalina tendrás que bajar el pH con un poco de limón o vinagre.
Abonado
Imagen – Wikimedia/James SteakleyEn el caso de que lo tengas en el jardín, es muy aconsejable usar abonos orgánicos en polvo como el estiércol de animales herbívoros, el compost o similares. Pero si está en maceta, será preferible usar abonos o fertilizantes líquidos, como este para plantas ácidas, para que la tierra siga teniendo un buen drenaje.
Por lo general, se abonará en primavera y verano, pero si en tu zona el otoño es cálido o suave, hasta el punto de que tu árbol mantiene sus hojas intactas, podrás seguir abonándolo durante esa estación.
Poda
La poda se hará a finales del invierno, antes de que las hojas broten. Hay que eliminar las ramas muertas y recortar, si es necesario, las que hayan crecido mucho más que el resto.Multiplicación
El Acer japonicum se multiplica por semillas durante el otoño-invierno, ya que necesitan pasar frío antes de germinar. También por esquejes en primavera.Rusticidad
Soporta las heladas de hasta los -18ºC, pero no si son tardías. Es una planta que en cuanto empiezan a mejorar las temperaturas brota rápido, y si bajan bruscamente se resiente bastante. Por eso, si en tu zona suele haberlas, no está de más protegerlo con una tela antiheladas si brota pronto (puedes comprarla aquí).¿Qué te ha parecido el Acer japonicum?