Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca del uso de bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos. En este post voy a abordar los bancales elevados de ladrillo, más concretamente los de ladrillo cerámico (los naranjas, también llamados rasillones o bardos), que son los que yo he probado, con una variante que te contaré para sacarles más partido.
Bancales elevados de ladrillo cerámico
Como explicaba en mi post anterior, mi primera idea fue hacer los bancales de madera, pero en realidad la primera que puse efectivamente en práctica fue la de los bancales cerámicos. Aquello fue por el 2005 o 2006. En 2011, con casa nueva, empecé a experimentar con la madera, lo que acabó en bancales de madera tratada en 2013. Hace unos dos años (en 2016) añadí un nuevo bancal a mi huerto y esta vez volví a recurrir a los ladrillos.
Es de lo mejor que hay cuando intentas tener en cuenta todos los factores (facilidad, economía, resultado final). Mi principal argumento en contra es estético, aunque tengo algún otro que no es ninguna tontería.
La solución más económica
Los ladrillos cerámicos tienen una gran ventaja: que son muy baratos. Puedes comprar rasillones de 25×100 cm y 4 cm de grosor por menos de 1€ la pieza. La altura de 25 cm no es gran cosa pero es suficiente para muchos cultivos si además cavas unos 10 o 15 cm extra. No es de extrañar que muchos aficionados a las hortalizas los utilicen.
Para un jardín ornamental no creo que haya nadie que los use, por que no es que quede muy bonito, la verdad, aunque cada uno tiene sus gustos.
El método, seguro que lo has visto explicado en algún blog o vídeo, consiste en ir clavando estacas de hierro corrugado (al menos 2 por cada ladrillo) en el lado exterior de la pared del bancal. El ladrillo queda apoyado en los hierros y la presión de la tierra por el otro lado lo mantiene en su sitio. Bien fácil. Puedes hacer el bancal con muchas formas y medidas y es casi perfecto.
¡Ojo, que tampoco es gratis! A lo que te van a costar los ladrillos le tienes que sumar las barras de hierro corrugado, que no son caras, pero no las regalan. No sería raro que gastaras en hierro el doble de lo que te has gastado en ladrillos.
Y tampoco se va a montar solo. Te va a costar bastante trabajo dejar todos los ladrillos bien alineados y, sobre todo, bien firmes para que cuando llenes el bancal de tierra aquello no se desmorone.
Algunos inconvenientes
En primer lugar, los ladrillos cerámicos tienen la característica de absorber muy bien la humedad (por eso los albañiles los suelen humedecer antes de aplicarles cemento) y eso puede darte problemas si vives en un sitio con fuertes heladas. El agua absorbida por el ladrillo se congelará, y al ganar volumen (motivo por el cual el hielo flota) romperá el ladrillo. No en añicos, claro está, pero le irán saliendo grietas y con el tiempo se puede romper.
Otra cosa que no me gusta de este sistema tiene que ver con la facilidad para moverse por el huerto, y me explico: En general, tener una hilera de bancales de 4 ó 5 metros de largo hace que moverse por el huerto sea un poco más pesado, porque sólo puedes moverte en una dirección y tienes que ir hasta el extremo del pasillo para moverte en dirección perpendicular.
Si puedes atravesar un bancal pasando por encima, podrás moverte por tu huerto con mucha más libertad. Pero claro, para hacer eso sin pisar el suelo de cultivo (¿no era esa una de las principales ventajas de cultivar en bancales elevados?) tendrás que poder pisar firmemente sobre los bordes del bancal y pasar de un lado a otro dando un paso un poco largo (130 cm como máximo, diría yo). Y aquí es donde los bancales de ladrillo, en mi opinión, se quedan un poco cortos.
¿y si quieres un bancal más alto?
Si quieres hacer un bancal más alto (50 cm) puedes probar a hacer una pared con dos filas de ladrillos. Con esa altura, en mi opinión, el método de las estacas de hierro no es buena idea, necesitarás barras demasiado largas y tendrás que clavarlas muy hondo para que tenga suficiente resistencia. ¡y mejor olvídate de atravesarlo caminando por encima!
Puedes hacer lo que hice yo: montar una estructura de acero soldada y clavada en el suelo que sujete con firmeza las paredes de ladrillo. El propósito es el mismo que con las barras de hierro: que el ladrillo se quede vertical, pero con una resistencia muchísimo mayor, y con capacidad para aguantar una pared de dos filas de ladrillos de 25 cm y que puedas sentarte en el borde tranquilamente.
Esa solución es casi perfecta. Es muy resistente, no se va a caer nunca. Podrías incluso sustituir algún ladrillo que se rompiera sin peligro de que se te desmorone la estructura entera. Si además recubres el interior de las paredes con lona de pvc, como hice yo, evitarás la pérdida de agua por las paredes y reducirás el problema de las heladas, ya que los ladrillos estarán más secos.
Cómo y por cuánto
En cuanto a coste de materiales, puede ser como el doble que con el método de las barras de corrugado, pero todavía estamos en un rango low cost, desde mi punto de vista.
Eso en lo que se refiere a coste del material, porque está claro que para hacer esa estructura hay que saber soldar (como es mi caso) o llamar a un soldador que te la haga, lo cual además tendrá que ser in situ, o no habrá manera de transportarla a tu jardín una vez hecha sin que cueste un dineral el porte.
Por lo tanto se trata de una solución muy buena suponiendo que el aspecto final no te disguste mucho, pero lamentablente tendrás que aprender a soldar (y eso no es como poner tornillos, te lo aseguro) o recurrir a un profesional, con lo que dejará de ser una opción barata.
En el siguiente post te cuento por qué los bancales elevados de acero cortén son los que más me gustan.