Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca de los bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos. Hay quien habla de los bancales elevados como si fueran la octava maravilla del mundo. En el post anterior hablé de motivos para utilizar esta forma de cultivo. En este voy a hablar de lo que me parecen ventajas discutibles de los bancales elevados.
Mejora el drenaje del suelo.
Esto me parece una verdad a medias, y me explico. Es cierto que una porción de suelo elevada respecto al suelo que la rodea se vacía antes de agua, por lo tanto un bancal elevado drenará mucho mejor. Esto es una ventaja indiscutible si la tierra con la que rellenas el bancal tiene tendencia a encharcarse, pero puede convertirse en un inconveniente si la tierra de relleno tiene la característica contraria, es decir, si retiene poco el agua.
Utilizando tierra de cultivo comprada en sacos en centros de jardnería, me he encontrado que con el tiempo las partículas más finas son arrastradas por el agua y lo que queda es casi arena. Si coges un puñado de tierra de tu jardín o huerto, lo mojas bien y eres incapaz de hacer una bola con la mano porque se te deshace, tienes el mismo problema que yo.
Este tema merece un post aparte, pero sirva como ejemplo de una situación en la que el hecho de cultivar en un bancal, que mejora el drenaje del terreno, no es en absoluto una ventaja. Dicho lo cual, si esta es tu situación, el problema que hay que atacar es la composicion de tu suelo, no el bancal.
Tendrás menos malas hierbas
En muchos blogs que he leído, dan por hecho que el bancal elevado tendrá una mejor composición que el suelo del jardín o huerto (cosa que suele ser verdad, como dije en mi primer post) y por lo tanto podrás cultivar mayor densidad de plantas, lo que hará que haya menos suelo no cultivado expuesto al sol, lo cual se traducirá en menos espacio y recursos para las malas hierbas.
Bueno, poco a poco. Yo creo que todo eso es verdad, pero el mérito no hay que atribuirlo al bancal elevado, sino a la calidad y profundidad del suelo.
Cuanto más espacio haya para que puedan desarrollarse las raíces y mejor sea la composición del suelo y más numerosa y equilibrada la comunidad de insectos, gusanos y microorganimos que lo habitan, más plantas podrán vivir en él, incluso hasta que desde arriba deje de verse el suelo. Y eso es independiente de si se trata de un bancal que se ha cavado en la tierra o que se ha hecho crecer del suelo para arriba.
Es decir, si cavas un bancal de 50 cm de profundidad y lo rellenas con la misma tierra que tienes en tu bancal elevado de 50 cm de altura, y lo mantienes igual de bien alimentado, podrás cultivar con la misma densidad de plantas y tendrás la misma cantidad de malas hierbas que en el bancal elevado.
Lo importante en este caso es la calidad del suelo, no si está elevado o no.
Dicho lo cual, debo admitir que en mi caso no es un problema, pero en zonas húmedas donde la hierba crece hasta en las aceras, aseguran que los bancales elevados la mantienen a raya.
No es necesario labrar la tierra
Totalmente cierto, pero nuevamente, creo que es una consecuencia de mantener un suelo vivo y lleno de lombrices, no del hecho de que esté elevado.
El arar y labrar la tierra periódicamente tiene dos consecuencias nefastas para el suelo. En primer lugar destroza cualquier estructura que se haya formado en el sustrato, y me refiero a colonias de hongos y microorganismos, además de galerías que hayan creado las lombrices u otros habitantes y que conforman todo un ecosistema subterráneo que fabrica montones de alimento asimilable por las plantas.
En segundo lugar, con el tiempo se va formando lo que se llama una suela de labor. Hay una profundidad en la que las palas de las motoazadas ya no rompen el suelo, sino que sólo lo aplastan. Con el tiempo ahí se va formando una capa de suelo compacto que acaba siendo impenetrable. Con lo cual todo el espacio disponible para las raíces de las plantas se reduce a una franja de unos 25 cm de profundidad, algo insuficiente para la mayoría de cultivos.
Los bancales elevados facilitan el cultivo sin maquinaria de labranza (o dificultan el uso de maquinaria de labranza, como prefieras decirlo) pero no es imprescindible tener bancales elevados para evitar los efectos negativos del uso de dichas herramientas, basta con dejarlas aparcadas en la estantería del garden center de turno.
La tierra se calienta antes al acabar el invierno y se alarga la temporada.
Cierto, la tierra del bancal recibe calor del sol no sólo por la superficie sino también por las paredes del bancal y, dependiendo del material del que esté hecho y de su altura, puede notarse más o menos el efecto. Pero ojo, que esa frase está sin acabar.
En primer lugar, de la misma forma que la tierra se calentará más al inicio de la primavera, se calentará más en lo más cálido del verano. Y en segundo lugar, por las paredes no sólo se recibe calor del sol, también se pierde, por lo tanto también en invierno se enfriará más la tierra del bancal que la del suelo.
El que eso suponga una ventaja o un inconveniente depende mucho del clima donde vivas, por lo que eso de que se alarga la temporadaes una afirmación para cogerla con pinzas.
No obstante, por experiencia propia con bancales de distintas alturas y materiales, no he visto grandes diferencias entre la temperatura del suelo de unos y otros, y eso que en Madrid, donde yo vivo, el clima es una especie de trastorno bipolar entre frío ártico y calor sahariano (y lo que nos gusta exagerar, admitámoslo).
En estos dos posts (leer el primero) te he contado desde mi punto de vista y experiencia personal qué ventajas, con sus matices, tiene el cultivo en bancales elevados. En el próximo post entraré de lleno en qué tipos de bancales existen y cómo me ha ido con cada uno de los que he probado.