Las plantas constantemente se ven afectadas por diferentes plagas y malezas, por lo que brindarles el cuidado adecuado puede ser un poco difícil, sin embargo, existen varias soluciones. Una de las opciones más recomendadas y que al mismo tiempo nos ayuda a cuidar el ambiente es el uso de insecticidas ecológicos.
Aceites: son aceites minerales que varían en función de la estación y hay gran variedad de ellos. Por ejemplo el aceite de canola puede ser un gran aliado contra la mosca blanca.
Caldo de ortiga: esta planta es muy buena como insecticida para pulgones por ejemplo.
Romero: es eficaz contra insectos en plantas de cultivo y de decoración.
Ajo: desprende un componente llamado capscina que ayuda contra algunas especies cuando lo rociamos.
Rotenona: se extrae de las leguminosas y sirve para luchar contra las orugas, ácaros… Proviene de la familia de las papilionáceas.
Aquí os dejamos dejado alguno de ellos. Pero existen y cada día más, cientos de insecticidas de este tipo. Lo que lo diferencia del resto, es que son creados usando microorganismos, minerales, e incluso otras plantas, además no contienen materiales químicos.
Este tipo de soluciones posee muchas ventajas para nuestro edén. Se descomponen rápidamente y son poco tóxicos. Esto hace que se pueda cultivar sin necesidad de esperar ya que la gran mayoría son biodegradables.
Por eso, se consideran buenos para el medio ambiente ya que reducen las plagas respetando la fauna. Así, se garantiza una gran eficiencia. Y a vosotros, ¿qué os parecen? ¿Usáis alguno de estos métodos?