Cuando pasa la temporada de consumo, los cardos tienden a subirse a flor. Nacen tallos muy largos, normalmente de la zona central de la planta, y terminan en unas flores de color rosado que cuentan con un envoltorio bastante punzante.
Cuando la mata empieza a secarse, podemos cortar las flores y dejarlas a secar en lugar seco y oscuro, para más adelante extraer las semillas cuando las flores estén totalmente secas.
Sabremos que la flor se ha secado, cuando veamos que sus colores han pasado de rosas/morados a marrones. Es entonces cuando es el momento de sacar las semillas pues estarán ya secas.
Como he dicho antes, sus pétalos son bastante punzantes y molestos. A la hora de cortarlos y limpiar las flores para extraer las semillas se puede hacer tal cual, sin miedo a pincharse y aguantando si esto ocurre. O hacerlo con guantes.
Las semillas resultantes son del tamaño de un grano de arroz más o menos. Las podéis guardar en un tarro de cristal, en un sitio fresco y seco.