Esta es la pregunta que un propietario de un bonsái hizo hace poco. El Juníperus tenía las agujas algo secas.
La respuesta suele ser la misma, dado que los árboles, (y un bonsái es un árbol) necesitan permanecer al aire libre y al sol durante todo el año. He aquí unos pocos consejos para el cuidado del bonsái si vives en un departamento.
Verifica que tu Juniperus está en un sitio en el que le llegue sol y aire. De todos modos, los bonsái no gozan permaneciendo dentro de las casas. Si tienes un sitio en el que le de sol por la mañana, por ejemplo o por la tarde, cuidando de que no le dé el sol del mediodía, él sin dudas te lo agradecerá. Probablemente tiene demasiada sombra durante el día solar que para él, (como para todos los árboles del planeta), es indispensable.
Otro motivo que puede haber para que tu árbol se deteriore con esas características, son los riegos. Verifica cómo son. No deben ser demasiado abundantes, ni demasiado escasos. Lo ideal es que lo mojes bien una vez por semana en verano y cada quince días en invierno: siempre y cuando la evaporación del sustrato que lo contiene, lo permita.
Una recomendación que es que consigas agua destilada y llenes un rociador manual con ella para que lo refresques de tanto en tanto. No demasiado tampoco. Como comprenderás, todo en estas cosas, tiene un poco de sí y un poco de no. Rociar todos los días la copa de tu arbolito, podría atraer la infección con hongos y esto también lo dañaría. Uno de los enemigos más acérrimos que vas a encontrar para con tu bonsái, es un ácaro. La Arañuela roja. Es un pequeñísimo bichito de color rojizo, del tamaño del piquete que puede llegar a hacer un alfiler. Ese es el tamaño del bicho. Al examinar con atención entre las hojitas aciculares, vas a notar unas concentraciones de polvo sobre un soporte de tela-araña muy, muy fino. De tenerla, el rociado ayudará, pero la arañuela sabe esconderse para perpetrarse y seguirá el problema. De encontrar esta plaga, deberías, ir al vivero de tu confianza y detallar el hallazgo para que te indiquen un acaricida que deberás pulverizar sobre las hojitas y sobre la superficie de la tierra. Otro problema que puedes encontrar es algún áfido o incluso algún cotonet. Cualesquiera de estas plagas, deberán ser controladas de inmediato. También en este caso, deberás consultar con un centro de jardinería para que te recomiende un producto que los mantenga a raya. Los áfidos, son pulgas. Suelen ser de color negro, amarillo, verde, rojo-vino y echan una melaza que pronto afea el aspecto de tu bonsái y que atraen fácilmente a ciertos hongos. Loa cotonets son especie de conchitas, a veces blancas, otras pardas y hasta con aspectos algodonosos y que se establecen a lo largo de todo el arbolito, especialmente en las axilas foliares. También echan una melaza y estas dos plagas se combaten con algún sistémico. En verano, para terminar, puedes pinzarlo en los brotes apicales de las acículas para estimular el crecimiento de hojitas nuevas.
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