Hoy os hablaré de una col que seguro muchos tenéis en vuestras huertas o huertos urbanos. El repollo.
Rizo, corazón de buey, de Betanzos, son algunas de las variedades que cultivo en mi huerta y sin tengo que decantarme por alguna. El rizo o rizado es mi preferido, por textura, por tamaño, por resistencia y por sabor.
El repollo es muy rico en agua y pobre en grasas. Lo que la hace muy apropiada a la hora de incluirla en nuestra dieta. Ya era utilizada en épocas muy remotas y por pueblos muy distintos.
Breve resumen sobre su cultivo:
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el suelo de nuestra huerta y es que, aunque se adapta perfectamente a diferentes suelos, prefiere los fértiles y pesados, es decir que tengan una buena retención de humedad pero que drenen bien.
Otro aspecto a destacar es el riego, al tratarse de una planta con hojas muy grandes y abundantes se produce una mayor transpiración por lo que necesita unos grandes aportes de agua. Por eso la mejor época para su plantación es a finales de verano o principios de otoño, dependiendo un poco de la climatología de la zona, o a finales de invierno principios de primavera.
Tenemos que tener en cuenta que necesita grandes aportes de nutrientes por lo que la plantaremos en suelos fértiles o haremos diferentes aportes de abonos orgánicos para que se desarrollen correctamente las cabezas del repollo. Un déficit de nutrientes puede dar lugar a repollos más pequeños o al aumento de enfermedades de la planta.
Durante el cultivo tendremos que hacer labores de mantenimiento como la eliminación de malas hierbas y se realizarán aporcados. Estos últimos favorecen la formación de nuevas raíces lo que dará consistencia al tallo y por lo tanto a la planta.
Aquí estoy, todo orgulloso, con uno de mis repollos rizado
Es un cultivo que suele ser atacado por la orugas que se dedicarán a comer sus hojas. O también algunos pájaros que picotean. Pero tomando algunas medidas de prevención cómo la aplicación de un insecticida a base de ajo o fumigando con un purín de ortigas, a modo de prevención, es más que suficiente. Yo lo hago antes de la formación del cogollo y es que prefiero un repollo con agujeros que un repollo con químicos.
También pueden sufrir el ataque de caracoles y babosas pero eso lo solucionaremos esparciendo cascara de huevo picada alrededor del tallo lo que además de mantenerlos a raya aportará un extra de calcio.
Y después de lo que pretendía ser una pequeña introducción al cultivo del repollo. Vamos con lo que en el título del post os anunciaba. Cómo rebrotar un repollo.
Mucha gente recolecta sus repollos arrancándolos de la tierra por lo que se pierda su "germinación" posterior y el poder disfrutar de esos nuevos brotes tan tiernos e interesantes, culinariamente hablando.
Por lo tanto os recomiendo que cortéis con un cuchillo bien afilado la cabeza del repollo dejando justo por encima de las primeras hojas, y así conseguiremos que, por donde se hizo el corte, el tallo vuelva a germinar y consumir nuevos brotes.
Pero como siempre os digo, una imagen vale más que mil palabras y si son varios fotogramas que dan lugar a un pequeño vídeo explicativo del proceso paso a paso. Espero que os guste.
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