El aceite de neem y el jabón potásico mezclados puede ser una combinación ideal para combatir plagas en todo tipo de plantas y cultivos, con un muy bajo impacto medioambiental y buena eficacia si se realizan repeticiones.
En este artículo queremos hacer un resumen de las principales aplicaciones del aceite de neem y el jabón potásico para luchar contra insectos y ácaros en todo tipo de plantas.
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Primer aliado: jabón potásico
El usado en agricultura guarda relación con la forma clásica de preparar jabón. Consiste en la saponificación del aceite y agua usando hidróxido de potasio.Cuando se aplica directamente sobre el cultivo, tiene capacidad de disolver melazas y huevos que se encuentran en la superficie vegetal. Y si este jabón entra en contacto con la superficie de los insectos, puede obstaculizar las vías respiratorias y causar la muerte.
Tanto la acción de limpieza sobre las hojas y tallos como la acción insecticida son sumamente interesantes, ya que existe un gran número de plagas que extraen la savia (principalmente melaza) y dejan las hojas pegajosas, reduciendo la capacidad del cultivo de realizar la fotosíntesis.
El jabón potásico es efectivo, con paciencia y haciendo aplicaciones constantes, contra pulgón, mosca blanca, trips y araña roja.
Las dosis de uso habitualmente empleadas son las siguientes, y depende de la concentración del producto:
Jabón potásico 50%: dosis recomendada de 2,5-5 ml/L (250-500 ml/hl)
Jabón potásico 25%: dosis recomendada del 1-2% (10-20 ml/hl).
Una acción parecida al jabón potásico, pero que también mezcla surfactantes para mejorar la limpieza de la superficie foliar son los jabones limpiavajjillas. Muchos de ellos son utilizados frecuentemente como tratamiento frente a insectos y para limpiar el cultivo de melaza y restos orgánicos.
Segundo aliado: aceite de neem
El aceite de neem es un insecticida en base a aceite natural procedente de las semillas de árbol del neem (Azadirachta indica), habitual en algunas zonas de la India y Myanmar.El aceite de neem es utilizado en agricultura para combatir plagas a través del bloqueo del proceso de metamorfosis de la larva. Por tanto, al tratarse de un producto que requiere la rotura del ciclo biológico del insecto, el proceso es lento, disminuyendo lentamente su población.
Y es que el la semilla de neem contiene un principio activo utilizado históricamente como insecticida, la azadiractina. Este componente actúa como regulador del crecimiento de los insectos en todos sus estados larvarios, pero sin efectos sobre huevos ni adultos.
Además, las semillas también contienen otros compuestos insecticidas como salannina, nimbina y meliantriol, aunque el que representa la mayor acción insecticida en un 70-80% es la azadiractina.
El aceite de neem puede actuar contra orugas, mosca blanca, pulgón, cochinillas, ácaros, larvas minadoras, tuta del tomate, mosca de la fruta, etc. Como referencia, el producto de tratamiento tiene que contener al menos un 3% (30 g/1L) del principio activo azadiractina.
Dosis de uso del aceite de neem:
Pulgones: 75-125 cc/hl
Mosca de la fruta: 50-100 cc/hl
Araña roja: 100-150 cc/hl
Cochinillas: 75-125 cc/hl
Lepidópteros: 75-125 cc/hl
Mosca blanca: 125-250 cc/hl NOTA: dosis recomendada según producto ALIGN (Azadiractina 3,2% procedente de extracto de Neem).
¿Se puede mezclar aceite de neem y jabón potásico?
En ambos casos, la acción del aceite de neem y jabón potásico es de contacto, por lo que requiere afinar el tratamiento y que cubra muy bien la superficie vegetal (muchas plagas se sitúan en el envés de la hoja). Cualquier plaga que llegue posterior al tratamiento, no le realizará ningún efecto.Por ello, los insectos voladores como mosca blanca son los más difíciles de eliminar, ya que en cuanto notan un aumento de la humedad por la aplicación foliar, echan el vuelo y se posan posterior a la realización del mismo.
Dado que tanto el aceite de neem como el jabón potásico son productos de amplio espectro, se recomiendan aplicar a primera hora del día o a la última, cuando disminuye el vuelo de abejas y abejorros, así como la posibilidad de causar una fitotoxicidad por altas temperaturas.
Como el aceite de neem es un producto cuyo efecto se ve a medio plazo, por regular el crecimiento de los insectos, y solo actúa a nivel larvario, necesita de un refuerzo frente a huevos y adultos, como el jabón potásico.
Por eso, se combinan ambos productos, perfectamente miscibles previo a la aplicación, para potenciar el efecto y buscar la sinergia de ambos. Cada uno irá, como es lógico, a la dosis correspondiente y recomendada en este artículo.