En el caso de las plantas ornamentales que tenemos en una pequeña maceta puede darnos igual, pero cuando hablamos de un cultivo, nuestro huerto, siempre queremos sacar el máximo rédito con el mismo nivel de esfuerzo, por lo que a continuación hablaremos un poco de lo que es un fertilizante, los tipos que hay y como obtener un mejor resultado gracias a ellos.
¿Qué es un fertilizante?
Para simplificarlo, un fertilizante o abono es toda aquella sustancia que actúa como nutriente asimilable para las plantas. Lo de asimilable es importante ya que un elemento u oligoelemento que es necesario para las plantas puede estar en una forma química en la que la planta no lo puede absorber, por lo que eso no será considerado fertilizante.Tipos de fertilizantes:
La clasificación dependerá de bastantes factores, por le que se pueden categorizar de diferentes formas.Según estado físico:
En este apartado se clasifican por sólidos o líquidos. El sólido a la vez puede ser de liberación lenta, estando presente en la tierra o sustrato durante un tiempo, o puede ser diluible en agua para utilizar en riego o foliar.Por tipo de aplicación:
Foliar, suelo o fertirriego: El foliar se aplica directamente a las hojas mediante una mochila o un pulverizador. El de fertirriego se diluye en el agua que utilizaremos para el riego y el de suelo sólido se echará en el sustrato y cada vez que reguemos irá liberando parte de los nutrientes.Según naturaleza:
Orgánicos o inorgánicos. Los orgánicos son los llamados bio, mientras que los inorgánicos se formulan directamente a partir de elementos y sustancias químicas.Mejores opciones:
Como he comentado anteriormente, utilizar fertilizantes es muy recomendable o incluso diría que casi obligado. Si una tierra ha estado en barbecho un tiempo puede que el primer año te de muy buenos cultivos, pero si repetimos año tras año sin aportar materia orgánica o fertilizando la productividad disminuirá progresivamente.La forma de elegir tu mejor opción es ver la cantidad de tiempo que tienes para dedicarle a tus flores u hortalizas.
Si tienes poco tiempo y no quieres complicarte lo mejor es echar un fertilizante en pastillas o granulado de liberación lenta. Estos se agotan entre un mes y medio y 3 meses generalmente. El agua de riego diluirá poco a poco y la planta tendrá su nutrición. Aunque cada vez existen más fertilizantes específicos, los de liberación lenta suelen ser generalistas todo en uno, por lo que aunque verás que funcionan muy bien y las plantas ganan vigorosidad tampoco sacan el máximo rendimiento.
Si tienes tiempo y eres curios@ existen fertilizantes específicos para cada momento. Por ejemplo, los fertilizantes que favorecen el crecimiento llevan mucho nitrógeno, sin embargo cuando comienza la floración y hay que fomentarla es mejor cambiar a fertilizantes con menos nitrógeno y más fósforo y potasio. Este tipo de fertilizantes pueden ser orgánicos o pueden ser químicos e igualmente pueden ser sólidos o líquidos. Para todos ellos hay que basarse siempre en la relación fertilizante agua que marca el fabricante, empezando por la dosis más baja para ver como responde la planta.
En algunas ocasiones la planta puede tener carencia de los llamados oligoelementos. Estos elementos son aquellos que la planta necesita en muy pequeñas cantidades pero que igualmente son estrictamente necesarios, como puede ser el calcio, el hierro, el magnesio, etc. En tiendas especializadas hay abonos con uno o incluso todos los oligoelementos.
Hay que prestar especial atención a la posible sobrefertilización. En este caso más es menos o incluso puede ser fatal para nuestras plantas. Si las plantas están muy amarillas y las hemos estado abonando puede ser el resultado de que hayamos quemado las raíces al sobrefertilizar y no porque tienen carencias. El exceso de nutrientes puede matar a la planta. Llegado a este punto los siguientes riegos se hacen sólo con agua.