La recién inaugurada exposición de los bonsáis donados por el ex Presidente del Gobierno, Felipe González, situada en los 7.000 metros cuadrados fruto de la ampliación del Jardín, es una de las estrellas del conjunto de actos conmemorativos preparados para este aniversario.
Completan las celebraciones otras novedades como la incorporación de una colección de árboles frutales, la reforma realizada en la zona de la huerta y el restablecimiento del paseo de los olivos, además de la institución de un sistema de visitas guiadas gratuitas durante los fines de semana, de una hora y media de duración, o la emisión de una serie de reportajes en Televisión Española.
"De este modo se prevé lograr no un aumento en el número de visitantes, que llegó a 400.000 el pasado año, sino el óptimo aprovechamiento y disfrute que puedan realizar del Jardín, a la vez que una mejora de las instalaciones", nos explica Blanca Landázuri, responsable del departamento de comunicación del Real Jardín Botánico.
Érase una vez...
El 17 de octubre de 1755 comenzó la creación del Jardín Botánico, a instancias del Rey Fernando VI, y se situó en la Huerta de Migas Calientes, junto a lo que hoy conocemos como Puerta de Hierro. Este remanso ubicado en las inmediaciones del Manzanares, contaba con más de 2.000 plantas recolectadas por el botánico y cirujano José Quer."Pero es en 1781 cuando se inaugura en su enclave actual, paseo del Prado de Madrid, traslado que ordenó Carlos III en 1774 y que fue diseñado por dos maestros en la arquitectura de la época, Sabatini y Juan Villanueva, creador a su vez de referentes científicos del país, como el Museo de Ciencias Naturales -ahora Museo del Prado- o el Observatorio Astronómico", nos detalla Landázuri.
Sin duda, la etapa dorada del Jardín tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se reformó erigiendo las tres terrazas escalonadas que posee, el invernadero Pabellón Villanueva y se clasificaron las plantas siguiendo el sistema de Linneo.
La Guerra de la Independencia, 1808, también se dejó sentir en el Botánico, provocando abandono, y en 1857 recibirá como vecino al zoológico, que transcurrido algo más de una década se mudó al Jardín del Buen Retiro. A finales de siglo atraviesa uno de sus peores momentos ya que pierde una elevada superficie tras la construcción del Ministerio de Agricultura y además padece las consecuencias de un ciclón.
El siglo XX adquiere una cuantiosa importancia para su desarrollo. Los avances en el estudio en ámbitos como los hongos, la dependencia a partir de 1939 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el nombramiento en 1942 de Jardín Artístico, su cierre en 1974 para remodelarlo y la posterior inauguración en 1981 por S.S.M.M los Reyes de España conforman vivencias que muchos de los habitantes del Jardín, centenarios árboles o invernaderos, conservan en su memoria.
El Jardín por zonas
Cinco son las áreas principales en las que queda dividido:Terraza de los Cuadros: allí se muestran repertorios de plantas ornamentales, medicinales, aromáticas, endémicas y de huerta.
Terraza de las Escuelas Botánicas: expone la recopilación taxonómica de plantas.
Terraza del Plano de la Flor: restaurada a mediados del siglo XIX, presenta una cuidada selección de árboles y arbustos.
Terraza de los Laureles: es la zona que se ha ampliado recientemente, descubierta, donde se encuentra instalada la colección de bonsáis donada por Felipe González.
Invernaderos: cuenta con dos, el de Exhibición, que recrea a la perfección el clima tropical, templado y desértico, regulados mediante un sistema informático y el de Graells, en el que podemos disfrutar de plantas acuáticas y tropicales .
El Botánico con la ciencia
Institución puntera en Europa respecto a su proyección científica, el Real Jardín Botánico desarrolló entre 1754 y 1808 unas importantes rutas de investigación acerca de las riquezas naturales que poseían en ese momento las tierras ultramarinas. Importantes expertos en la materia se recorrieron de este modo América.Es preciso destacar que el Jardín es algo más que un recinto dedicado al recreo, goce y ocio de los visitantes. Se trata de un relevante núcleo a favor de la ciencia, galardonado en 2001 con la mención de "Gran Instalación Científica Europea" y que tiene en su haber la mejor biblioteca botánica del país, la cual están actualizando para convertirla en virtual próximamente, un extenso banco de semillas que sus propios científicos se encargan de recolectar a lo largo de sus viajes y un herbario con una recopilación de pliegos que alcanza el millón.
"Un gran número de investigadores procedentes de toda Europa se dan cita en esta joya botánica con el fin de participar en los inventarios que se llevan a cabo y entre los que predominan los de flora ibérica y tropical. El proyecto protagonista actualmente es el que están realizando acerca de la clasificación de todas las variedades de hongos existentes en España", nos cuenta Blanca Landázuri.
Y como colofón, cuenta con un muestrario de árboles exclusivos. Entre estas maravillas sobresalen algunas como el olmo del Cáucaso, el almez, el tejo, el pino carrasco, el madroño o el ciprés, que alcanza casi la edad del Jardín, siendo considerado el ejemplar más antiguo del mismo.
Más información
Dirección: Plaza de Murillo, 2. 28014, MadridTransportes: autobuses (10, 14, 19, 24, 26, 27, 32, 34, 45, 57, 140 y Circular), metro: Atocha y Atocha- Renfe y cercanías: Atocha.
Horario: abre a las 10:00. En el mes de marzo cierra a las 19:00, en abril a las 20:00 y desde mayo a septiembre a las 21:00.
Precios: ordinario 2€, estudiantes acreditados 1€, grupos mayores de 10 personas 0,50 € y personas mayores de 65 años, menores de 10 y grupos de estudiantes de Secundaria.
Teléfono: 914203017
Imágenes: Real Jardín Botánico de Madrid
Más información: Real Jardín Botánico de Madrid