Cantidad de elementos nutritivos y factores ambientales
Las plantas extraen del suelo por medio de las raíces los elementos necesarios para su crecimiento. Existen algunos elementos y factores que en exceso o falta pueden ocasionar problemas en la planta.
Nitrógeno
Es uno de los elementos más importantes. La falta del mismo se caracteriza porque la planta se desarrolla mal, los entrenudos son cortos, los brotes nuevos son delgados y las hojas se tornan amarillas por lo tanto la planta es raquítica. El exceso ocasiona un desarrollo anormal siendo el follaje muy intenso y escasa la floración. También son más sensible a plagas y enfermedades.
Fósforo
La falta de este elemento al igual que el nitrógeno ocasiona el raquitismo. Las plantas tienen pocos brotes y las hojas un color rojizo o aculado. Si la carencia es muy aguda los bordes de las hojas se secan. El exceso no ocasiona daño.
Potasio
La carencia de este nutriente ocasiona la pérdida del color verde en los nervios de las hojas, el enrollamiento de los bordes de las mismas, pocos brotes nuevos y delgados, y hasta puede causar la muerte de la planta. El exceso no ocasiona daño, pero si puede interponiéndose y presentar carencia de otros.
Hierro
Este elemento es primordial en la formación de la clorofila. La falta del mismo ocasiona color amarillo en las hojas, pero los nervios permanecen verdes. Si la carencia es absoluta la hoja queda prácticamente blanca ocasionándole el sol serias quemaduras.
Humedad
El agua es esencial para la vida vegetal, la necesidad de ésta se encuentra relacionada con la evaporación y la transpiración de la planta y ocasiona hojas secas y caída de las mismas. Las plantas con hojas grandes necesitan más agua que las de hojas pequeñas, dependiendo también de la temperatura. El exceso de agua ocasiona asfixia, las raíces se pudren y son el lugar propicio para la generación de hongos.
Exceso de sales minerales
Un exceso de sales minerales solubles en el terreno hace imposible el cultivo de las mayorías de las plantas, ya que éstas no florecen y los brotes nuevos se secan. La solución a este problema sería darle riegos abundantes para que las sales se eliminen por drenaje.
Temperaturas extremas
El calor acelera la vegetación y el frío la disminuye. Cada planta tiene una temperatura de desarrollo, en los límites extremos sufren alteraciones. El exceso de calor seca la planta por deshidratación. En los días muy calurosos las hojas pueden verse caídas aún luego de haber sido regadas, esto se debe a que las mismas a altas temperaturas evaporan más agua de la que utilizan; por esto se recomienda rociar las hojas después del regado de las raíces y debe efectuarse fuera de las horas de sol. El frío detiene su desarrollo ofreciendo un aspecto amarillento por falta de clorofila. Las temperaturas heladas queman los brotes nuevos.