Al momento de establecer un programa de reforestación de zonas afectadas por el ser humano, o al decidir transformar bosques las praderas naturales o los brezales, hay que tener en cuenta que se está recuperando un ecosistema y el eucalipto puede ser contraproducente.
En este sentido, cuando se utilizan especies de árboles ajenas a una región, estas pueden terminar siendo invasoras; lo que puede llegar a ser un problema mayor para el medio ambiente que una solución para atrapar el dióxido de carbono.
Cuando se habla de árboles invasores, se refiere a especies que no pertenecen a una región o un ecosistema dado. Por ejemplo, es el caso del uso de algunas especies de pino, acacia o eucalipto que, por su rápido crecimiento, terminan expandiéndose rápidamente.
El carácter resinoso de estos árboles los hace susceptibles a los incendios forestales frecuentes, por lo que el balance en cuanto a fijación de dióxido de carbono termina siendo negativo.
El eucalipto y las especies invasoras en los bosques
En España se han introducido una serie de especies vegetales catalogadas como invasoras dentro de los que se encuentran los siguientes árboles:Ailanto o árbol del cielo (Ailanthus altissima), el cual es de origen asiático el cual crece con rapidez y rebrota continuamente desde sus raíces.
Robinia o falsa acacia (Robinia pseudoacacia), originaria de Estados Unidos fue introducida con fines ornamentales.
Mimosa (Acacia dealbata), original de Australia se ha asilvestrado, es difícil su eliminación por lo que se ha prohibido su siembra en Barcelona.
Eucalipto (Eucalytus sp.), requiere una consideración especial dado su fuerte impacto ambiental negativo. El eucalipto es quizás el árbol invasor que más se ha extendido por los bosques del mundo, para ser aprovechado comercialmente por las industrias maderera, papelera y farmacéutica, así como para la reforestación.
Es originario de Australia. Perteneciente a la familia de las mirtáceas, siendo del género Eucalytus yestá constituido por más de 600 especies diferentes. Como planta invasora, tiene una gran capacidad de adaptación a ambientes diferentes.
Otros problemas que ocasiona los bosques de eucalipto es que debajo de sus copas nada crece, inhibe el desarrollo de otras plantas como estrategia competitiva, ya que se desprenden sustancias tóxicas a partir de las hojas y flores caídas.
A esto se suma el agotamiento de los recursos hídricos que ocasiona. Más grave es su combustibilidad; durante la quema de su corteza se forman pavesas que propician la rápida propagación de los incendios forestales. Esta planta está adaptada al fuego por lo que es capaz de sobrevivir a los incendios.
No es recomendable reforestar con eucalipto porque desplaza a las especies nativas, con lo que se afecta las cadenas tróficas, ni siquiera los pájaros anidan en sus ramas. Si se crea un bosque de este tipo para explotación comercial, hay que tomar en cuenta todas las consecuencias que puede traer y en función de eso planificar su siembra, de tal manera que se minimice en lo posible el impacto ambiental.