En primavera y verano sólamente solemos verlas en vuelo, de paso, desde el río Guadiana hasta el vertedero municipal, principal fuente de alimento para estas aves durante gran parte del año. Forman bandos bastante desordenados. A veces les sale la típica formación en "V", unas veces mejor, y otras peor.
Acompañan a cigüeñas (aquí permanecen durante todo el año, no emigran), gaviotas de distintas especies (sí, gaviotas todo el año en Badajoz, tierra de interior), y otras aves.
En otoño - invierno, cuando se suceden las labores agrícolas propias de estas fechas, se acercan en pequeños bandos a los campos y prados de zonas alejadas del ámbito fluvial, su hábitat natural. Acompañan a los tractores que roturan las tierras, en busca de insectos, gusanos y otros animalillos que ponen al descubierto los aperos de labranza.
Suelen ir acompañadas de avefrías (Vanellus vanellus), lavanderas blancas comunes (Motacilla alba alba) y otras aves como la cigüeña común (Ciconia ciconia). En esta ocasión había pequeñas lavanderas y alguna urraca.
Otras veces, se adentran en los prados sin cultivar a buscar alimento. Insectos, orugas y gusanos todavía activos, y algún que otro pequeño vertebrado, vuelven a ser su objetivo.
La garcilla bueyera (Bubulcus ibis), es una pequeña garza de color blanco, que se caracteriza por campear y comer en praderas y pantanos secos, en zonas más alejadas de los humedales que las otras garzas. De ahí su presencia en El Terrao. A veces acompañan al ganado para beneficiarse de los animalillos que éste espanta. De este hecho toma su nombre común.
Suele anidar en arbustos y árboles bajos en las orillas e islotes de los ríos. Aquí lo hace en el río Guadiana, incluso en la zona urbana del mismo. Forman colonias de cría, a veces bastante grandes. Los lucios (Esox lucius) y los galápagos leprosos (Mauremys leprosa) aprovechan los abundantes restos que dejan caer al río, como pollos descuidados, a veces muertos, y algún huevo.
En época de cría presentan tonos anaranjados en su plumaje. En otoño e invierno, su capa es totalmente blanca.
En Badajoz casi nunca nieva. La única forma de ver los campos cubiertos de blanco es después de una fuerte helada o cuando los bandos de garcillas se posan sobre ellos para dar buena cuentra de innumerables animalillos, la mayoría perniciosos para la agricultura.
Es un ave bellísima y elegante. Su blanquísimo plumaje brilla al sol como si fuera un pájaro de porcelana.
(Todas las fotografías son originales de Rafael Rodríguez).