Hoy nos vamos a centrar en los cuidados del césped en invierno, una época mucho más importante de lo que podáis llegar a creer. Veamos por qué...
Las tareas que acometeremos en invierno irán enfocadas, no tanto a potenciar la estética del césped, como a protegerlo de las bajas temperaturas a las que tendrá que hacer frente conforme pasen los meses, hasta llegar de nuevo a la primavera, cuando volverá a lucir en su máximo esplendor. Eso sí, solo si hemos aplicado las siguientes indicaciones:
1. Riego
El riego deberá ser mucho menor que en el resto de estaciones (eso sí, en el caso de que no llueva, porque, si lo hace, entonces deberá ser nulo). No podemos olvidar que el rocío que vemos en nuestras plantas las mañanas más frías aporta humedad suficiente para la mayor parte de variedades. En consecuencia, cuando no llueva ni hiele, regaremos una vez a la semana en las horas centrales del día y, de esta manera, conseguiremos que el agua se vapore según vayan pasando las horas y evitaremos que nuestro césped se pudra.
2. Limpieza
Si queremos que nuestro césped aguante en óptimas condiciones las duras consecuencias del clima del invierno y llegue a la primavera en su máximo esplendor, habrá que eliminar todas las hojas de los árboles de su superficie, tanto las secas como las húmedas.
Esta tarea adquiere especial importancia ahora que, con el cambio climático, las condiciones meteorológicas han 'perdido el norte' y todavía quedan algunas plantas caducas con hojas que, se presupone, irán perdiendo a lo largo de los próximos meses.
Para ello, podemos contar con el Soplador de batería BGA 56 de STIHL. Esta 'escoba de aire' es sorprendente, no solo por su aspecto compacto y manejo intuitivo, sino por lo silenciosa que es, tanto que no necesitaremos utilizar protector de oídos cada vez que la utilicemos. El tubo de soplado se puede regular a tres posiciones diferentes, para ajustar la distancia y, de esta manera, facilitar el trabajo y evitar dolores de espalda o perder fuerza de soplado al aumentar la distancia con respecto al suelo. Además, con una sola batería (AK 20) se pueden limpiar hasta 600 m2 de hojas secas. ¡Todo ventajas!
3. Siega
No debemos olvidarnos de la siega, especialmente importante para asegurar que la luz del sol llegue hasta la base de la hierba y evitar que adquiera una tonalidad marrón. Ahora bien, no siempre será necesario ni el césped alcanzará una altura suficiente como para cortarlo. La observación resultará clave. Segaremos a demanda y de forma muy comedida para no debilitarlo ni desproteger sus raíces. Asimismo, deberemos tener en cuenta que si cortamos a primera hora de la mañana la acción del rocío podría provocar la aparición de hongos, así que tan solo actuaremos cuando el césped esté completamente seco. Esto es muy importante.
Lo que también resulta esencial es contar con herramientas y máquinas de suficiente calidad, como el cortacésped VIKING MA 235 con batería AK 20 del grupo STIHL. Tan compacto y ligero como silencioso, proporciona un corte limpio gracias a su cuchilla optimizada que levanta la hierba antes de cortarla. ¡Una maravilla!
4. Final de temporada
En marzo, antes del cambio de estación y cuando la hierba reactive su ritmo de crecimiento, sería óptimo realizar un rastrillado superficial.
De igual manera, pasar un rulo por toda su superficie para compactar el terreno si las heladas han hecho estragos en nuestros céspedes. No obstante, conviene que sepamos que muchas variedades amarillean en invierno y reverdecen en primavera sin que esto suponga, a priori, una deficiencia de nutrientes o cualquier otro problema que pueda poner en riesgo su salud.
También será el momento perfecto para aplicar un fertilizante de liberación lenta un día después de segar y justo después de regar, cuando todavía esté húmedo.
Ahora que somos plenamente conscientes de las tareas que hay que acometer en invierno, tan solo nos queda vivir nuestro #MomentoSTIHL y obtener el césped con el que siempre hemos soñado.
¡Hasta el próximo post!