Este otoño ha sido bastante cálido hasta el punto de seguir recolectando tomates incluso hasta principios de noviembre, algo bastante inusual.
Intercambiando opiniones y consejos en las redes sociales para saber cómo aprovechar los últimos tomates verdes que aún estaban en las tomateras, surgió esta receta que es muy fácil y te va a encantar.
En general, para hacer una mermelada se suele aplicar la fórmula de:
1 kg de producto
700 gr azúcar
zumo de medio limón
Yo la he cambiado un poco a mi gusto, menos dulce y más ácida. Esta propoción puedes ajustarla a tu gusto dependiendo si prefieres que sea más dulce o más ácida.
Mermelada de tomates verdes
Ingredientes
1800 gr de tomate verde
2 clavos
canela
anís
1 kg de azúcar gelificante (también puedes usar azúcar común)
zumo de 2 limones
opcional: maizena
Preparación
Encendemos el horno a 200ºC para que vaya calentándose.
Lavamos y cortamos los tomates en 4 partes.
En cuanto el horno haya alcanzado la temperatura deseada metemos los tomates y los dejamos haciéndose durante 30 minutos.
Una vez hechos, los sacamos del horno y colocamos los tomates en una cacerola junto con los demás ingredientes, excepto el clavo, que lo añadiremos más tarde.
Trituramos con un robot de cocina hasta que quede textura de papilla y no haya trozos enteros.
Añadimos los dos clavos y ponemos a fuego medio-lento durante 40 minutos sin parar de revolver para que no se pegue.
Yo lo hice en panificadora eléctrica que también tiene un programa para hacer mermeladas. La ventaja es que no tienes que revolver y además no corres el riesgo de que se pegue en el fondo. La desventaja es que evapora menos agua y entonces te quedará un poco menos espesa.
Uso azúcar gelificante porque espesa más que el azúcar común. Pero si desearas que espese más aún, puedes usar 1 cucharada de maizena que la añades cuando agregas todos los ingredientes en la cazuela.
Transcurrido el tiempo de cocción quitas los 2 clavos.
Y ahora debemos embotar la mermelada de tomates verdes en frascos esterilizados a los que le haremos el vacío.
Embotar
Este procedimiento que te cuento a continuación es común para cualquier conserva o mermelada.
Lavamos los frascos y tapas que vayamos a usar y los enjuagamos bien.
Esterilizamos estos frascos y tapas poniéndolos en un recipiente tapándolos con agua y los dejaremos hirviendo durante 20 minutos.
Dejamos enfriar un poco y los quitamos intentando no tocar el interior del frasco o la tapa y los dejamos apoyados sobre un paño limpio.
Llenamos los frascos con la mermelada o la conserva y los cerramos bien con su tapa.
Los ponemos a hervir en una cacerola con agua durante 40 minutos, colocándolos de pie con la tapa arriba.
Transcurrido el tiempo, los sacamos y apoyamos con la tapa hacia abajo sobre un paño limpio.
Los dejamos en esa posición unos 30 minutos.
Y ahora ya tenemos nuestra mermelada de tomates verdes casera con un ligero toque a anís, canela y clavo que le dará un sabor muy personal.
Si estamos inspirados podemos diseñar o dibujar unas etiquetas para aplicarlas al bote de mermelada y obsequiarle un frasco a un amigo o familiar.
Será un regalo muy valioso porque no se ha comprado al pasar por una tienda sino que está hecho por nosotros mismos y con dedicación.
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