Nuestros clientes llevaban viviendo unos seis años sin poder aprovechar el terreno de su propiedad. Al crecer la familia creyeron que había llegado el momento de hacer de ese terreno un jardín para poder disfrutar del exterior de su casa.
Lo principal en este proyecto era conseguir unos niveles de tierras suficientemente cómodos para poder tener espacios planos, lo más amplios posible. Para lograrlo, se realizaron dos muros de contención a distintas alturas y en forma de “L”
ANTES: Empiezan las obras de adecuación.
ANTES: Se allana la superficie del patio.
A la salida del comedor, se creó una zona de césped artificial que daba sensación de gran amplitud y una gran escalera realizada en ecotraviesas separa el Césped de la zona de la barbacoa.
ANTES: Perspectiva del patio una vez allanado.
DESPUÉS: Finalización del paisajismo en Riells y Viabrea.
Se amplió la zona de porche y se instaló una pérgola en madera tratada, color roble y toldo corredero.
DESPUÉS: Porche ideal para ver las magníficas vistas.
Una valla catalana perimetral fue la solución como seguridad al gran desnivel del terreno.
ANTES: Se necesitó el uso de la excavadora como medio de adecuación del terreno.
DESPUÉS: Zona ajardinada lista para el disfrute de la familia.
En la entrada de la casa se plantó un abeto de Normandía, a petición de los clientes, y un grupo de trachicarpus fortuneii, ambas especies de hoja perenne para garantizar una limpieza permanente de la zona.
DESPUÉS: Finalización del paisajismo en Riells y Viabrea.