Aquí van algunos trucos para cuidar tu jardín, grande o pequeño, durante el verano:
Riego: la tierra se seca con mayor rapidez, por eso, regar es fundamental. Sin embargo, has de saber cuándo hacerlo. El mejor momento es a primera o a última hora del día, entre otro motivos para evitar que se quemen las plantas y flores. Además, debes optar por regar en abundancia pero cada menos tiempo para acostumbrar a las raíces a buscar la humedad de la tierra y aclimatarse al ambiente caluroso de estos meses.
Abono: Durante la primera y el verano, nuestro jardín nos reclama más nutrientes que durante el resto del año, de ahí la necesidad de proporcionarlos para que continúe la actividad de nuestras plantas.
Césped: No te obsesiones con tenerlo perfecto. Con un riego normal, sin encharcarlo, puede sobrevivir perfectamente. Si no te importa, cuando lo corte, puede dejar una capa por encima ya que así le estarás protegiendo de la incidencia directa de los rayos del sol.
Macetas: ¿y qué hacemos con las plantas que tenemos en macetas? Lo ideal es que evites que el sol impacte contra ellas directamente; si tienes la opción de cambiarlas de sitio, perfecto. Sino, otra opción es protegerlas con algún tipo de tela o material como el brezo. Y por supuesto, necesitan agua, más que las plantas que están directamente sembradas en la tierra del jardín.
Árboles frutales; uno de los grandes enemigos de esta época no es el calor, sino los pájaros. Protege los frutos con alguna red que no les permita entrar pero cuida también de que no se queden atrapados. Para combatir el calor, los trucos son los mismos que para el resto de tu jardín.
¿Fácil, verdad? Ahora sólo te queda disfrutar de las buenas temperaturas y de las plantas y árboles que componen tu jardín.
UNJARDINPARAMI