33. Qué plantas comestibles plantar en mi jardín. Libro “Cómete el jardín”
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Introducción del libro escrita por el autor
Un jardín puede ser muchas cosas, también reflejar distintas modas, diseños y usos, no existe el manual perfecto del jardín, primero porque la perfección no existe, y segundo, porque el jardín es espejo de nuestras prioridades, al final, da igual lo que nos digan o lo que contratemos, el jardín será lo que nosotros queramos que sea, y le dedicaremos el tiempo que consideremos, por eso no hay dos jardines iguales. Y una vez en él, aprenderemos buenas lecciones, como que los ritmos ahí no son los que acostumbramos en esta sociedad frenética, las cosas en ese lugar suceden cuando tienen que suceder. También aprenderemos a ser más humildes, por mucho que queramos, la Naturaleza manda, y esta puede ser nuestra aliada o nuestra pesadilla, un consejo, ir contra ella, forzar sus límites, no suele ser buena idea, tarde o temprano te pone en su sitio.Pero si tratas de ir de la mano con ella, lograrás cierta armonía, ya sea estética ›simplemente sostenible. O ambas cosas, y así surge este libro, para dar información útil y sencilla que te ayude a apostar o descartar plantas que vas encontrarte en tu camino y de las que no existe suficiente bibliografía (al menos de unas cuantas de ellas) o experiencia de cultivo previo en nuestro país.
Ojo, no voy a hablar de todo tipo de plantas, ni mucho menos, en este volumen hablaré exclusivamente de arbustos y trepadoras ornamentales con una cualidad que les agrupa, de todos ellos se puede obtener una fuente de alimento para los humanos, ya sean frutos, hojas, semillas o flores. Para otra ocasión profundizaré en el mundo de los árboles, coníferas y herbáceas.
He mencionado lo de ornamentales porque el título de esta serie de libros es “Cómete el jardín” no la huerta, y en un jardín se suele buscar una estética, un diseño, cierta belleza, y todo eso no es incompatible con tener especies que puedes comerte sin necesidad de plantarlas todos los años.
Porque esta es la clave, no voy a hablar aquí de especies de huerta, no, solo de como obtener de especies ornamentales que plantamos por placer una fuente de alimento extra, algo que no va en contra por supuesto de crear un espacio de huerta en tu terreno. Ambas cosas son compatibles, y casi diría yo que inseparables.
En estas páginas, te enseñaré a distinguir las más aptas para tu jardín en función de donde vivas, porque esta fue mi prioridad cuando comencé a escribirlo, diferenciar claramente las zonas climáticas de la península ibérica y especificar en cada especie en cual o cuales crecerá apropiadamente, porque sencillamente, esa es la primera pregunta que me hacen siempre “¿ Puedo cultivar esta planta en mi zona?”. Con este libro sabrás la respuesta, al menos para las especies que he seleccionado.
Así que me he preocupado de que sea una guía práctica, con aquellos datos que considero fundamentales antes de afrontar cualquier plantación, no pretende ser meticulosamente descriptiva, si comienzo a relatar la morfología en detalle de la forma de cada hoja, sus bordes, su textura, si tiene o no peciolo… mi experiencia es que muchos se saltarán ese párrafo, no porque no sea interesante, que lo es, pero esos datos ya están recogidos y publicados en numerosas publicaciones especializadas en identificar especies, en estas páginas quiero que cada dato que leáis, os resuelva una duda que tiene que ver con su cultivo, de esta manera sabréis solo leyendo una página, si esa especie la debéis o no tener en cuenta para un futuro cultivo.
¿Qué vamos a comer?
Es una pregunta necesaria, y voy a responderla cuanto antes. Es comprensible que existan muchos reparos y se disparen muchas alertas entre quienes se enfrentan a la idea de probar cosas nuevas, y más si es algo con aspecto extraño.Cuando me planteé escribir en el libro quise ser coherente, no incluiría ninguna planta que yo no comería, y aunque soy muy de probar cosas nuevas, no voy de masoquista ni de suicida, así que me muevo con mucha prudencia por la vida, y aquí sigo, sin intoxicaciones motivadas por meterme en la boca cosillas sospechosas. Me impongo a mi mismo un protocolo básico, documentarme ante todo. Y eso lo extiendo al lector, yo aquí os voy mostrar una serie de alimentos, explicaré si se comen crudos, o cocinados, y pese ello, aunque yo os diga que son comestibles, y los haya probado, siempre conviene ampliar esa información si albergáis dudas, algunas plantas se parecen mucho entre si y podéis equivocaros, no tenéis la obligación de ser biólogos con el ojo bien entrenado para las especies botánicas.
Por eso os he puesto fotos de cada planta en detalle, de esta manera veréis en primer plano como es esa flor, esa hoja, semilla o fruto comestible. Creo que serán de gran ayuda y ayudarán a resolver dudas, y aun así, sigo aconsejando contrastar la información. Tened por seguro que ya lo he realizado yo, pero en esta vida, existen personas que parecen saber de que hablan y luego te llevas sorpresas, es lógico y normal que podáis sentiros escépticos.Otro asunto importante, el sabor, me refiero a que una cosa es que algo sea comestible, y otra muy distinta es que hacerlo implique una experiencia agradable, por eso he tomado una decisión, excluir todos aquellos arbustos y trepadoras cuyas partes comestibles no dejan un buen recuerdo en el paladar, vamos lo que vulgarmente se diría “sabe a rayos”.
Considero que ya que existen muchas opciones, no merece la pena consumir plantas a las que solo recurrirías en caso de hambruna y después de haber ya comido cualquier cosa a tu alcance.
Por eso, espero que todo lo que se ofrece en esta lista de plantas no deje un mal recuerdo, eso no quiere decir que todos los sabores que os encontréis sean inolvidables, pero al menos serán sabores con personalidad, más ácidos, más amargos o más dulces, de todo hay, incluso neutros. También comprobareis que las flores no destacan mucho por nada, dejan en el paladar poca explosión de esencias, pero al menos aportan ciertos nutrientes, eso si.
Lo importante también es fijarse en el modo de uso, no es lo mismo comerse crudas las bayas de Aronia melanocarpa, que elaborar una mermelada con ellas. La experiencia mejora mucho de la segunda manera.
Así que ya sabéis, si no estáis seguros de que ese arbusto sea el de la variedad comestible recomendada, no arriesguéis, no vale la pena, en los trópicos existen unos árboles llamados Manzanillo (Hippomane mancinella) cuyas frutas son casi idénticas a la manzana, incluso si los muerdes son dulces y apetecibles, pero a los pocos segundos empieza a quemarte la garganta, y ese es solo el primer sintoma, su ingesta puede provocar la muerte. Con razón le llaman “El árbol de la muerte”.
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Este artículo Qué plantas comestibles plantar en mi jardín. Libro “Cómete el jardín” ha sido publicado originalmente en Personal GARDEN Shopper - Tienda online de Jardinería. España.
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