El agua es un bien imprescindible y cada día más escaso. Por ello todos tenemos que cuidar con mimo, aprovechar al máximo y nunca derrochar
El hombre en la antigüedad ya recogía el agua de lluvia en aljibes, estanques, pozos, presas; para su propio consumo y si era necesario para el riego de las cosechas
Si disponemos de un jardín o un pequeño huerto, podemos recoger ‘el agua pluvial del tejado’ mediante contenedores para tal fin, bien sean soterrados o para exterior, clásicos o decorativos. -De ésta manera no malgastamos el agua del grifo- ¡de momento la de lluvia no nos cuesta dinero!
Depósitos los hay de diferentes tamaños, formas y colores; la elección dependerá de las necesidades, del lugar donde se vaya a colocar y del gusto de cada uno.
El Riego
-Para ello sólo tendremos que abrir el grifo del contenedor, llenar la regadera o acoplar una manguera para poder realizar el riego de las flores del jardín, de las hortalizas del huerto, de los árboles, de las plantas aromáticas
-En Otoño-Invierno el riego conviene hacerlo durante el día y en la Primavera-Verano hacerlo mejor durante la tarde-noche.
-El agua más beneficiosa para el riego de las plantas es el ‘agua de lluvia’ la más natural, blanda, libre de cloro y cal.
¡Vamos a aprovechar los recursos que nos ofrece la naturaleza! ¡todo son beneficios!