Es “suculenta” lo que significa que tiene tallos y hojas gruesos para almacenar agua, por lo que no requiere un constante riego, incluso cuando se desea su floración no se moja durante las temporadas frías.
Nunca la he visto florecida, pero su flor, de acuerdo con las fotografías, son las más delicadas, blancas y en forma de estrella, contrastando muy bien con su color verde jade.
Es perfecta para un regalo debido no sólo a su belleza y colorido sino a la buena energía con la que se relaciona y a su perennidad.
¿Ya tienes un Jade?