La calendula es una pequeña planta anual de amplia floración de tonalidades que van del amarillo al naranja. Su aspecto es similar al de las margaritas o a los tagetes, de hecho todas pertenecen a la familia de las compuestas. Parece ser que debe su nombre a su amplia floración que se extiende desde la primavera hasta el otoño, es decir, es una planta que produce flores durante practicamente todo el año, quitando los meses más fríos del invierno y a esta producción de flores cada mes hace referencia el nombre de “calendula” que nos recuerda a “calendario”.
Vistas sus grandes y variadas aplicaciones veamos paso a paso cómo cultivar calendula en macetas, en el huerto o en el jardín.
Cómo sembrar calendula
La siembra.
La caléndula es una planta anual que se siembra en primavera y verano. Puede sembrarse en semilleros o en siembra directa, aunque es más recomendable hacerlo en semilleros. Lo ideal es sembrar 2 o 3 semillas por semillero a una profundidad de unos 2-3 cms. Es importante que el semillero mántenga la humedad hasta que germinen y después de la germinación, hasta que trasplantes las pequeñas plántulas a su lugar definitivo.
A parte de la humedad, es importante la temperatura, ya que requieren temperaturas del suelo de entre 15 y 20ºC para germinar, cosa que harán a los 8-10 días desde la siembra.
El trasplante.
A la hora de trasplantar las caléndulas es importante que las temperaturas sean cálidas, como comento más adelante y que el sustrato sea ligero, puedes incluso mezclarlo con arena. Puedes trasplantarla tanto a maceta como a terreno.
Si eliges macetas, ten en cuenta que las caléndulas poseen una raíz prominente por lo que es más que aconsejable una maceta o jardinera con cierta profundidad, unos 30 cms sería lo recomendable para que se desarrolle correctamente.
Las caléndulas pueden tener una altura desde unos 30-40cms, las variedades enanas (más adecuadas para macetas) hasta unos 70 cms las que se cultivan en huertos y jardines sobre el terreno.
¿Cuanto viven las cálendulas?
Se trata de una planta anual, es decir, en principio corresponde sembrarla todos los años; pero quien ha tenido caléndulas bien sabe que por descuido o por su la gran cantidad de semillas que produce, es facil, que más de una semilla de caléndula acabe en el sustrato o en el suelo, alrededor de la planta vieja y que al llegar la primavera siguiente con la subida de las temperaturas, vuelvan a germinar caléndulas en el mismo lugar donde se sembraron el año anterior.
Así que ya sabes, siembra caléndula una vez y tendrás caléndulas por siempre!
Cuidados de la caléndula
La caléndula es un planta que precisa pocos cuidados, de hecho es común verla en bordes de huertos y parterres donde alguna vez se sembró, creciendo año tras año casi como de una “mala hierba” se tratase.
Si bien es cierto que con ciertos cuidados su floración será más abundante, por lo que te dejo aquí algunas sencillas pautas para que tus calénduals se vean expléndidas:
Insolación: las caléndulas, como otros congéneres de su familia, prefieren el sol, por lo que aunque toleran la semi sombra, una ubicación soleada, sea en macetas o sobre el terreno, será ideal para obtener una mayor floración de las caléndulas.
Temperaturas: las caléndulas necesitan calor para desarrollarse y producir sus flores, por tanto los climas cálidos y templados son los más idóneos. Sin embargo es una planta bastante rústica y resistente al frío, soportando incluso heladas débiles. Como ves es toda una todo terreno!
Sustrato: las caléndulas no soportan el exceso de humedad ni los encharcamientos.
Por lo que si las cultivas sobre el terreno te recomiendo elegir un terreno bien drenado, suelto y permeable al que incluso puedes añadirle arena para que drene mejor.
Si las cultivas en recipientes, no te olvides del drenaje de los mismos. Resulta muy util añadir una capa de bolas de arcilla, cantos rodados o pequeás gravillas en el fondo de las macetas para evitar la acumulación de agua en las macetas por exceso de riego o por la lluvia.
Riego: las cálendulas precisan una mayor atención al riego mientras estés haciendo los semilleros y una vez germinadas hasta el trasplante. Después ya podrás espaciar los riegos incluso 1 vez por semana.
Abonado: requieren un abonado medio, aunque no son exigentes en abono, un aporte de abono rico en fósforo al inicio de la primavera y en otoño, aumentará la producción de flores.
Para qué sirve la caléndula en el huerto
Las caléndulas no tienen un olor especialmente atractivo por lo que sirven para repeler plagas de insectos en el huerto y al mismo tiemp atraen a insectos útiles que son depredadores naturales de los pulgones. También tienen propiedades nematicidas, por lo que al igual que los tagetes, sirven para mantener a raya a los nematodos del suelo, cuando se ubican entre los cultivos de tomates, pimientos y berenjenas.
3 usos imprescindibles de la caléndula:
La parte útil de la caléndula son sus flores, en concreto los pétalos. Dada su amplia floración estos pueden recogerse desde mayo-junio hasta bien entrado el otoño.
Los pétalos frescos o secos pueden emplearse:
- en la cocina, sus pétalos son comestibles, por lo que pueden añadirse, mejor frescos, en cualquier ensalada a la que queramos añadirle un puntito original y un toque de color.
- en el botiquín natural (en infusiones o tisanas), sus pétalos se usan en influsión como antiinflamatorios y calmantes.
- en cosmética natural, es una de esas plantas estrella con la que elaborar aceites para masajes o cremas caseras dadas sus propiedades antiinflamatorias y calmantes. Sin duda es una de mis plantas favoritas a la hora de preparar cremas, pomadas y unguentos naturales.
Ya lo sabes, la caléndula es una flor que no debería faltar en tu huerto, jardín o terraza puesto que su cultivo es muy sencillo, precisa pocos cuidados y presenta un montón de utilidades bien variadas.
Ahora ya sabes por qué la caléndula es… una maravilla!