Muchos seguro que las conocéis porque las habéis visto dentro de unas bonitas bolsas en los supermercados, lavadas y listas para el consumo. Las baby leaf, son brotes tiernos que se recolectan cuando su tamaño aún es bastante pequeño y cuyo cultivo es relativamente sencillo. Es ideal para aquellos que se inician en el mundo de la horticultura ya que, un mínimo espacio y con no demasiada dedicación podremos cosechar resultados increíbles.
Con ello no quiero decir que podamos sembrarlas y olvidarnos de ellas hasta el momento de la recolección. Todo necesita su tiempo, su dedicación y sus cuidados.
Las lechugas baby leaf, se suelen sembrar a boleo y con bastante densidad por metro cuadrado, lo que favorece que las hojas sean más tiernas. La recolección ya se puede hacer a las pocas semanas de la siembra y si vamos recolectando las hojas más grandes la producción durará varios meses.
Podemos encontrar baby leaf no sólo dentro de las lechugas pero quizás las más conocidas son éstas últimas. La diversidad de texturas y colores la hacen superatractiva, sobre todo para aquellos que no tienen demasiado espacio en su huerta y quieren disfrutar de diferentes opciones a la hora de preparar platos en su cocina.
Para una buena germinación de las semillas tendremos que mantener estas con bastante humedad y con una temperatura superior a los 19º C. En mi experiencia os recomiendo sembrar durante los meses de primavera y otoño, ya que las temperaturas altas aceleran el crecimiento y acortan el ciclo vegetativo provocando la floración de las plantas antes de lo deseado.
Para que lo veáis mucho mejor, en el siguiente vídeo podéis ver cómo iniciar la siembra y algunos consejos sobre el cultivo de estas "grandes minis de la huerta".
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