La violeta africana o Saintpaulia es una planta de interior conocida, sobre todo, por estar en flor todo el año. Pero también lo es por su vivo color morado y tacto aterciopelado.
Existe una gran cantidad de variedades de violeta africana con colores y matices distintos, pero los ejemplares más usuales son el violeta, azul, morado o blanco. Al tratarse de una planta de interior, en verano puede vivir en semisombra. En invierno, en cambio, sí necesita mucha luz pero no directa.
Si eres un apasionado de las plantas de interior, esta es una de las que no puede faltar en tu casa. Es agradecida y vistosa, además de decorativa, y tiene una extraordinaria dureza.
Su modesto tamaño no le impide adueñarse de las miradas, gracias al color y la forma redondeada de sus flores. Vive de manera ideal en interiores. Pero también se puede colocar en el exterior de nuestra casa, siempre y cuando, esté resguardada en invierno y a la sombra en verano.
De procedencia africana, la violeta es propia de Tanzania. En el siglo XIX, el barón alemán Walter von Saint Paul-Illaire (de ahí su nombre científico), envió semillas desde Tanzania a su padre en 1892. Un año más tarde, el género fue descrito de manera científica por el botánico Johan Wendland. Antes que él, unos botánicos ingleses ya habían llevado ejemplares de violeta africana a su país, pero no eran de suficiente calidad como para ser reconocidas.
Consejos y cuidados de la violeta africana
Al ser una planta de floración permanente, la violeta necesita que le vayan quitando los tallos marchitos. Así crecerán con más fuerza los nuevos. No tiene necesidad de ser trasplantada, ya que no es exigente en cuanto a volumen de tierra. Lo que si es indispensable es abonarla de vez en cuando, mezclando su agua de riego con un poco de abono líquido.
Debes tener en cuenta que esta planta tiene unas raíces muy delicadas para la cantidad de las hojas que posee. Es por eso que se riega desde su base, poniendo un plato con agua y retirándolo unas horas después. Y, a los días, cuando la tierra empiece a secarse, será hora de repetir el riego. Lo único que no soporta la violeta africana es el exceso de agua. Si esto sucede, aparecerá moho.
Una curiosidad de la violeta es que se reproduce plantando esquejes de sus hojas. Para ello, tendrás que coger un tallo de tamaño medio que no sea ni del centro, ni de la parte exterior de la planta.
Como las demás especies de interior, los enemigos que posee la violeta son los pulgones, cochinillas blancas, trips y algunos hongos.
Si quieres presumir de violeta africana, aquí tienes un vídeo para que la tengas siempre bella y bien cuidada. ¡Que la disfrutes!