Pero con esto no quiero decir que se pueda plantar sin más y ya está. Necesita un suelo húmedo y que este no se seque en demasía ya que no aguanta períodos, aunque sean cortos, de sequía. Sí es conveniente que la superficie se seque entre riegos para evitar problemas de podredumbre.
El suelo tiene que tener un buen drenaje y podemos incorporar un buen abono "estiércol" en la preparación del terreno. Un buen aporte de potasio le sentará de miedo.
Pero bueno este no es el post, tiempo habrá para hacer una guía de cultivo de la lechuga. Hoy es tiempo de otros menesteres y lo que quiero mostraros a continuación con un vídeo es cómo recolectar nuestras propias semillas de lechuga. Ya sabéis, por otros artículos, que yo soy muy partidario de recolectar y conservar mis propias semillas y que es algo que recomiendo efusivamente porque son muchas las ventajas y pocos los contras.
Es verdad que tenemos que tener ciertos cuidados y que en ocasiones las inclemencias climáticas pueden echar a perder incluso meses de espera. Pero no por ello debemos desesperar y por eso yo nunca siembro todas las semillas de ese año por si esa temporada no consigo nuevas semillas. Una buena conservación en condiciones de humedad, temperatura y luz son fundamentales para que el poder de germinación de las mismas sea mayor.
El proceso es muy sencillo y puede estar al alcance de cualquiera incluso de los menos experimentados en este mundillo de la horticultura. Con 4 apuntes y paciencia podrás hacerlo sin problema. Como te comentaba, en el siguiente vídeo podrás ver el proceso paso a paso.
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