La planta del dinero (Plectranthus verticillatus) es una elección preferente para decorar patios, terrazas y hasta el interior de casa.
Su facilidad de cultivo y la posibilidad de cultivarla como planta colgante hacen que casi todos los hogares disfruten de alguna especie o subespecie de esta familia.
Esta planta se reproduce fácilmente por esquejes, y en primavera y verano, con la llegada del buen tiempo, emite mucha brotación y llega a producir cientos y cientos de hojas que cubren todos los espacios de la maceta.
Por ello, en este artículo queremos enseñarte cómo podar la planta del dinero, una operación sencilla y rápida que rejuvenecerá tu planta y favorecerá una brotación más rápida y vigorosa.
Cuándo es la mejor época para realizar la poda de la planta del dinero
La mejor época del año para podar la planta del dinero es a finales de invierno o inicios de primavera. Esta época es indicada ya que se inicia la brotación de nuevos tallos y tenemos capacidad de ver aquellos que han perdido su vigorosidad, se encuentran cloróticos (amarillos) o están envejecidos.Para ello, utiliza tijeras afiladas y recorta en ángulos de 45º. Como es una planta bastante carnosa, no tendrás mucha dificultad en realizar los cortes.
Cómo realizar la poda de la planta del dinero
Esta poda de rejuvenecimiento consiste en recortar la longitud de los tallos, en torno a un 50-70% de su tamaño, dependiendo de su longitud.No sufras al recortar en exceso, ya que la planta del dinero es muy vigorosa y desarrolla rápidamente nuevos brotes.
Si tienes algún tallo de grandes dimensiones pero tiene pocas hojas, también puedes recortar un 50% su tamaño, estimulando la formación de nuevas yemas para aumentar la densidad de follaje.
Después de la floración, también conviene hacerse amigo de la tijera y recortar los tallos desde su base, ya que, en su conjunto, afean el aspecto de la planta con tallos largos que quedan desnudos.
Cada cuánto podar la planta del dinero
En general, la planta del dinero necesitará una poda anual, a finales de invierno o principios de primavera. Con eso será suficiente para mantener una planta con una forma geométrica, equilibrada y bien desarrollada.Plantas pequeñas o todavía sin desarrollo de brotes largos (de menos de 50 cm de longitud) no será necesarios podarlas, salvo que tengan algún problema de envejecimiento prematuro (estrés por sequía, por ejemplo), o hayan sido afectados en el pasado por la acción de alguna plaga.
Consejos para una planta del dinero amarilla
Es bastante común que sufra algunos problemas y se vuelva clorótica. De hecho esto condiciona que se tenga que podar la planta del dinero por tener un aspecto envejecido y poco atractivo.
En la mayoría de las ocasiones, la pérdida de su vigorosidad y el color verde natural propio de una planta sana es señal de que está sufriendo alguna de estas variables:
Falta de luz
Exceso de Sol directo
Sustrato excesivamente humedecido La falta de luz imposibilidad que la planta del dinero pueda realizar correctamente la fotosíntesis, por lo que no puede generar suficiente clorofila, el compuesto que genera el verdor natural en un cultivo.
Frente a este problema, sitúa tu planta en una zona más iluminada, pero sin Sol directo.
En verano, si colocamos nuestra planta del dinero en contacto directo al Sol, el exceso de calor hará perder el verdor original y notaremos una planta más reseca, menos carnosa y clorótica.
Es recomendable buscar un lugar menos soleado, pero sin que pierda la buena iluminación.
Por último, un exceso de pasión en su cuidado hará que reguemos en exceso, la mayoría de veces sin comprobar si el sustrato continua humedecido antes del siguiente riego.
Como norma para la mayoría de plantas, es mejor regar en defecto que en exceso.
Una planta del dinero con adecuada densidad de hojas (señal de que se realiza una buena poda) mantiene más húmedo el sustrato por protegerlo de los rayos solares y su evaporación.
Soluciones
Tras solucionar los problemas anteriores o justamente después de podar la planta del dinero, es interesante estimular de nuevo la brotación con el uso de fertilizantes, aunque también recomendamos algunos bioestimulantes, específicamente los aminoácidos.Con un spray pulverizador, aplicaremos cualquier fuente de aminoácidos (vegetales o animales) a razón de 2ml/L de agua, pulverizando 1 vez por semana durante 1 mes entero.
Además, utilizaremos un fertilizante líquido alto en nitrógeno y aplicaremos a razón de 1 ml/L de agua, 1 riego por semana durante toda la primavera.