Los finos pétalos de las amapolas bien parecen papel cresponado. Finamente arrugados, aparecen de los botones esféricos para después desplegarse en elegantes flores. Las amapolas orientales perennes y las anuales convierten cualquier jardín en un festival de colores. Además, las encontramos de todos los colores, desde el rosa pastel hasta el rojo anaranjado ardiente. También en lo referente al cromatismo puede hablarse de tendencias; las amapolas de tonos sorprendentes tienen ahora muchísima demanda.
Uno de los más interesantes es el de la amapola oriental Mrs. Marrow's Plum. De hecho, en Inglaterra fue elegida planta del año. Su color es descrito así: "un sorprendente color como de grosellas negras magulladas".
La amapola más nueva provienen de Alemania, de la famosa Condesa von Zeppelin, y también de Inglaterra. También en otros países se dedican a la selección.
Un problema común es que las flores se caigan; afortunadamente, las nuevas variedades se mantienen bien erguidas, de modo que se puede disfrutar al máximo de su esplendor.
En cuanto al diseño de jardines, las grandes flores de las amapolas combinan perfectamente con la floración delicada de las hierbas ornamentales.
La Papaver nudicaule bienal se siembra generalmente en una mezcla de colores, y florece durante todo el verano.
Hacer esquejes con raíces
La amapola oriental se puede reproducir con facilidad por medio de un esqueje con raíces. En agosto y septiembre debes arrancar la mata y cortar unas cuantas raíces (la planta madre puede volverse a plantar). Divide las raíces en trocitos de 5 cm; es importante que la parte superior del esqueje con raíces vuelva a estar arriba. Para acordarte, puedes cortar torcida la parte inferior. Planta los pequeños esquejes en un semillero arenoso; en la primavera siguiente probablemente ya brotarán.
Magníficas combinaciones
Las amapolas llaman verdaderamente la atención en el arriate, y, además, resultan fáciles de combinar con otras flores. Si quieres que el foco de atención sean las amapolas, puedes combinarlas con hojas de color verde grisáceo, por ejemplo. Aún más bonitas estarán entre otras flores de colores intensos, como las azules espuelas de caballero (Delphinium), ajo floreciente, lirios, pico de cigüeña o la salvia de color violeta claro. Y la combinación de la hierba gatera azul con la amapola rosa pastel Karine se ha convertido en todo un clásico. Un precioso efecto 'entonado' lo forma la mezcla de amapolas de diversos tonos rosa con peonías y malvarrosas.
La amapola oriental procede de Asia Menor, donde los áridos veranos hacen que la hoja ya se marchite en esa estación. Y en nuestros jardines ocurre lo mismo, por lo que es posible que aparezca un feo hueco en el arriate. Por eso a menudo se pone una planta de floración tardía delante de las amapolas. Sí que es importante que éstas sigan recibiendo suficiente sol, y que el suelo no se moje demasiado. Por este motivo resulta más práctico colocar delante macetas con plantas anuales, de modo que camuflen la hoja que se ha puesto fea.
El mejor lugar
Las amapolas adoran el pleno sol y un suelo bien permeable. Un terreno nutritivo proporciona en general a las flores un color más intenso que un suelo pobre. No es necesario proteger estas flores durante el invierno; sólo sobre arcilla negra mojada las amapolas tendrán dificultades para sobrevivir el invierno.
Cuando hace calor y el ambiente es húmedo, pueden verse atacadas por la botritis: el tallo se vuelve negro por debajo del botón floral.
Exceptuando esta enfermedad, la amapola puede considerarse una planta muy fácil de cultivar.