Una planta enferma es recomendable separarlas del resto, porque está con el tiempo pueden perjudicar o dañar a las demás plantas que estén a su alrededor. Es cierto que mantenerlas en grupo las ayuda sobre todo para mejorar la humedad.
Si notas que alguna de tus plantas empieza a mostrar síntomas de enfermedades o plagas como hojas secas, zonas oscurecidas, una capa blanca en la superficie de las hojas, manchas, agujeros…Lo mejor es retirarla. Recuerda que las hojas y plantas infectadas son un foco de contagio para el resto.
A veces se ve a simple vista que una planta no está en buen estado, pero otras es más complicado. Por eso, es mejor que reviséis los tallos de vuestras plantas.
Una vez retirada, habrá que limpiar bien las sanas para evitar posibles contagios y no reutilizar nunca el sustrato de una planta enferma.
Esperamos que estos consejos os ayuden con vuestras plantas. ¿Qué os parecen? ¿Os han sucedido alguna vez?
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