Los rosales están cubiertos de flores y pimpollos en junio.
En este mes de junio la mayoría de los árboles, arbustos y plantas en general, están en pleno florecimiento y crecimiento por lo que debemos tener especial cuidado frente al riesgo de plagas y proliferación de malas hierbas.
Las plantas de floración primaveral, en cuanto dejen de dar flores se pueden podar y así fortalecemos la planta para la próxima primavera. También podemos podar setos y arbustos perennes.
Las aromáticas (lavanda, romero, tomillo, orégano, salvia, etc.) requieren también de una poda para conservar su forma.
Las plantas bulbosas, que ya han perdido la flor, simplemente las dejamos como están hasta que se les sequen completamente las hojas o bien las trasladamos al interior. En cambio, las bulbosas que florecen en verano, están en pleno crecimiento por lo que necesitarán algún apoyo como gladiolos o dalias.
La corona de novia (Spiraea cantoniensis) es un arbusto que se cubre de flores blancas
y tiene un aspecto muy romántico por el que hace honor a su nombre.
Las acidófilas (azaleas, camelias, rododendros, andrómedas, etc.) se deberían fertilizar con un producto específico y colocarles en su base un manto acolchado de materiales naturales como turba, estiércol, paja, corteza, hojarasca, etc. Este acolchado frenará el crecimiento de la mala hierba, conservará la humedad y protegerá las raíces cuando haya una helada invernal.
Otras flores que se dan en esta época son los gladiolos, agapanto, claveles, peonías, ranúnculos, verbena, rosas, flox, etc. y árboles y arbustos con flor como magnolia, catalpa, grandiflora, etc.
Si queremos ser más precisos, podemos consultar el Calendario lunar para el jardín, con el que tendremos en cuenta qué tarea nos conviene practicar en cada fase lunar.
A modo de resumen, tenemos que tener en cuenta que en la fase de luna menguante podemos podar árboles y arbustos que acaban de florecer, las rastreras perennes se cortan para estimular su crecimiento, se ramonean los setos y a las trepadoras se le podan las ramas tiernas para potenciar su floración en la siguiente primavera.
Con luna creciente los bulbos se aclaran si son rústicos, se extraen y conservan si no lo son y se cortan las hojas secas de aquellos que han acabado la floración. Además, cortamos el césped con frecuencia y en cuanto a setos y trepadoras, podamos los brotes tiernos para mantener su forma.
Como empieza a hacer más calor debemos acortar la frecuencia de los riegos y su cantidad. Los limoneros y demás cítricos que estén en macetas necesitarán no sólo más agua sino también feritilizantes.
Es buen momento para hacer esquejes de geranios, que enraizan con facilidad gracias al clima, y así logramos obtener nuevas plantas.
Las plantas que traslademos del interior hacia el exterior es mejor dejarlas en sombra o semisombra para evitar el sol abrasador del verano.
Las calas se adaptan bien a macetas grandes por lo que suelen ser elegidas para decorar patios y fachadas.
En cuanto al césped requiere bastante atención durante este mes antes de que llegue el calor veraniego, ya que necesita riegos frecuentes y abundantes, fertilizantes y cortes semanales.
Con respecto a enfermedades es la época del mal blanco y de la araña roja. Los frutales no deben tratarse con insecticidas hasta que se haya recolectado la fruta.
Tenemos que revisar o bien poner soportes para plantas trepadoras, bulbosas y perennifolias ya que cuando empiezan a crecer rápidamente necesitan ayuda para mantenerse rectas.
Si somos afortunados y poseemos un jardín acuático, introduciendo gamusias en el estanque o fuente nos ayudará a combatir los mosquitos.
La presencia de hormigas indica que ha llegado el pulgón o está a punto de aterrizar. Las hormigas no hacen tanto daño a las plantas como sí lo hacen los pulgones que segregan una sustancia azucarada de la que se alimentan las hormigas. Para proteger los frutales de las hormigas podemos pintar la base de su tronco con un producto repelente.
El acolchado de cortezas se utiliza para impedir el crecimiento de mala hierba, conservar la humedad
y proteger las raíces del frío.