El Ferocactus emoryi es uno de los cactus más comunes y, a la vez, más bonitos del mundo. Sus largas y afiladas espinas de un precioso color rojo atraen todas las miradas, incluso me atrevería a afirmar que no todos esos ojos que lo observan son de personas cacto-amantes.
Aunque no es una planta que podríamos etiquetar como ”inofensiva”, sí que es cierto que es una de las que se cuida con bastante facilidad. De hecho, este cactus es apto para principiantes, con esto lo digo todo. Bueno, todo… todo… no. El resto lo podrás leer a continuación.
¿Cómo es?
Ferocactus emoryi es un cactus originario de Arizona (Estados Unidos) y de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur (México). Fue descrito por George Engelmanny Charles Russell Orcutt y publicado en Cactography en el año 1926.
Es una planta con un único tallo esférico o cilíndrico de color verde claro a glauco de hasta 2,5 metros de altura por 1 metro de diámetro. Tiene 15 a 30 costillas con areólas, de las cuales surgen las espinas de color blanco a rojizo. La espina central es aplanada, recta, curva y mide de 4 a 10cm de largo, y las siete-nueve radiales miden hasta 6cm. Las flores son grandes, de hasta 7cm de diámetro, y pueden ser de color rojo, amarillo, rojo, o rojo con amarillo. El fruto es ovoide y mide 5cm de largo.
Existen tres variedades:
Ferocactus emoryi subsp. emoryi
Ferocactus emoryi subsp. covillei
Ferocactus emoryi subsp. rectispinus
¿Cuáles son sus cuidados?
Para cuidar de este cactus correctamente será suficiente con colocarlo en una exposición soleada, con sustrato o tierra que tenga muy buen drenaje, y regarlo muy poco. En este sentido, hay que tener siempre presente que no tolera el encharcamiento: es mejor regar una vez por semana que 3 o 4, aunque haga mucha calor, ya que de lo contrario lo perderíamos.
Además, es conveniente ir trasplantándolo en primavera cada 2-3 años, y pasarlo al jardín en cuanto empiece a ser peligroso sacarlo de la maceta.
Resiste el frío y las heladas de hasta los -4ºC.