Conviene prestar atención al número de semillas que se van a plantar y, en segundo lugar, no olvidar que estamos cultivando una planta que alcanza un tamaño importante, así que contaremos con una maceta de tamaño apropiado.
A continuación te mostraremos los pasos a seguir.
1- Rellene las macetas: con tierra de buena calidad. Usa fertilizante de efecto que se dilate en el tiempo, será una buena elección.
2- Plante las semillas: siguiendo al pie de la letra las instrucciones para la variedad que haya elegido. Asegúrese de mantener la tierra uniforme y húmeda hasta que las semillas puedan germinar.
3- Adquiera semillas: de la variedad que quiera plantar o adquiera plantas de invernadero que ya estén previamente germinadas. Las plantas de invernadero crecen más rápido y florecen prematuramente.
4- Tenga en cuenta: Asegúrese de ubicar las flores donde pueda verlas en el momento que florezcan, plantándolas en el lado oeste de su vivienda.
5- Extermine plagas: Estas plantas suelen estar (relativamente) libres de plagas. Quite las lombrices que puedan aparecer para evitar que crezcan y se coman tus girasoles. También tienen facilidad para contraer moho y oxidarse. Si alguna de estas cosas sucediera, rocíe las flores con fungicida.
6- Evite: En la medida de lo posible trasplantar los girasoles. Déjelos en el sitio donde los ha sembrado.
Paula Sanz, veterinaria en los servicios de control de plagas Madrid.