Las hostas son plantas que llenan de belleza el jardín cubriendo zonas de relleno y complementando macizos de plantas vivaces. También se crean bonitos espacios combinando distintas variedades de hostas con hojas de diferentes tamaños y tonalidades.
Las hostas se destacan por sus robustas hojas de forma acorazonada con una acanalada nervadura muy característica y los márgenes delicadamente ondulados.
Las hojas de las hostas llegan a tener un buen tamaño, son de color verde intenso o azul verdoso; también poseen una gran diversidad de sutiles colores matizados en su follaje que muy pocas plantas les puede igualar.
Son de fácil cuidado y requieren relativamente poca atención, además de ser muy agradecidas si se cultivan en el lugar adecuado, sin sol y no excesivamente caluroso.
Sobresalen las tonalidades amarillentas-doradas, y las que poseen manchas centrales o en los bordes de la hoja en color crema, blanco, verde o amarillo.
Produce a partir de finales de junio densos racimos de flores atrompetadas o tubulares de color lavanda pálido, lila o blanco, sujetas en largos y delgados tallos que surgen por encima del gran volumen de hojas.
La floración no es para muchos su mayor atractivo, por ello algunos prefieren cortar los tallos florales y no restar vigor a las hojas.