Cuidado y riego de la camelia
Es una planta que tolera muy bien el frío y que florece tanto en primavera, otoño cómo en invierno. Tienen un crecimiento lento, y los bordes de las hojas están sutilmente dentados.
El lugar ideal es la semisombra, si bien la podemos colocar al sol si la hidratamos a menudo y si tiene constantemente humedad en el ambiente. Si hace mucho calor y poca humedad, hay que cuidarlas bien pues se pueden marchitar. Las heladas son nefastas para los capullos, por lo que se recomienda tenerla siempre a resguardo.
Necesitaremos regarla a diario en verano, y en invierno será suficiente con regarla de forma habitual cuándo lo necesite con agua libre de calcio. Gusta de suelo con altos nutrientes orgánicos, y un buen drenaje. No logra adaptarse a los suelos con mucho calcio.
Deberemos abonarla con sulfato de hierro después de cada floración en primavera y verano. Con estos cuidados para la camelia tu arbusto crecerá y se mantendrá de manera saludable.
Poda y plagas de la camelia
Para la realización de la poda, debemos retirar tanto las ramas muertas, brotes secos y también retirar los brotes que hayan podido salir desde la raíz de la planta y que no ayudan al crecimiento exitoso de la planta. Lo mejor es no dejar madurar el fruto. No podar cuándo tengan capullos.
Moteado de las hojas: está invadida por un hongo. Retiraremos o sulfataremos las hojas de la planta que estén afectadas. Las agallas foliares, afectan a las las hojas que recién han salido.
Evita las cochinillas y pulgones para que no sean afectadas por el hongo Negrilla.
Manchas plateadas o puntos negros indican también enfermedad. Sulfata y retira y quema las hojas afectadas por esta enfermedad. Otro tipo de manchas amarillentas indican bacteriosis.
Controla la luz, el riego o las altas temperaturas si se le caen los pétalos antes de florecer. Probablemente una de estas causas será la causante del problema.
Semillas de la camelia
Las semillas de la camelia se consiguen mediante, estacas, semilla o acodo. Las semillas se recogen en otoño cuándo las cápsulas todavía no han tirado las semillas. Las semillas de camelias, una vez florecen, principalmente las de flores simple, desarrollan un fruto verde que se vuelve rojo una vez va madurando. En cuanto observéis que uno de estos frutos se ha abierto, ese es el momento perfecto para cosecharlos. Al tomar sus esquejes, haz un corte inclinado en el nodo de la sexta hoja de su tallo y deja 3 hojas encima de los esquejes.